1. ALEJANDRA ( 3 ) Un nuevo camino.


    Fecha: 12/11/2017, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No puedo más, me voy a venir grito, ven mi amor, ven a mí, me responde y en medio de un grito de placer que se escapa de mi garganta, exploto en sus intestinos que acompañan a su sorprendida exclamación : cuánta leche. Después de romper la tarjeta de mi amante, ahí, en el teléfono público que uso para llamarlo una ó dos veces por semana, desconecto por mi propio deseo una relación de un año. Me siento aburrida de lo mismo y busco experimentar cosas nuevas, además que el tipo comenzaba a ponerse pesado al tratar de saber todo de mí en afan controlador y posesivo. Está bien para mi mamá con papá, pero no para mí, pienso. Regreso a mi casa, subo a mi cuarto y espero a que todos duerman para salir subrepticia en la noche. Impaciente, alcanzo a salir aunque creo que no duermen aún, pero no importa, ya estoy en la calle y me encamino al centro, muy cercano de casa. Llego a la sórdida zona roja, así conocida por sus prostíbulos, cantinas y ambiente nocturno de juerga y sexo por dinero. Camino en una zona conocida por sus travestis a los que contemplo y los veo bellos, excitada como no me sentí antes, ante éstos hombre-mujer, que se ofrecen por la acera y en los bares aledaños. Hola guapo, escucho a mi espalda, volteo para descubrir con mis propios ojos a una belleza enfundada en una microfalda de tablas, conocida como colegiala con unas zapatillas con tacón muy alto que levantan su cola y una blusa blanca anudada al ombligo que deja ver su vientre y pecho. Su cabello largo, rizado ...
    ... y maquillaje muy intenso, me presentan a una hermosura, según yo, que alelado no dejo de sentir los extraños deseos que comienzan a aflorar por mi piel. Podemos pasar un rico momento hermosura, continúa, sólo me pagas y vamos a mi cuarto, ¿quieres?, me dice directa, sin rodeos. No tengo dinero, balbuceo tímida y avergonzada, capta mi novatez y me pregunta ¿habés venido antes?, no respondo, es mi primera vez. ¿Te gustaría estar conmigo?, me ataja, no tengo dinero respondo tercamente. Decime, ¿cuántos años tienes lindura?, diez y séis, casi diez y siete, respondo corrido por la verguenza y ruborizandome. Andá, vamos y me toma de la mano para remolcarme en dirección a su vivienda. No separo mis ojos de su lindo caminar, el movimiento de sus nalgas y como mueven su falda, sus largas piernas y zapatillas que pisan firmes en la acera y ése aroma, a flores, a mujer, a sexo. Pasá, su grave tono de voz me depierta de la ensoñación. Entramos a un lindo cuarto, con pesadas cortinas y lindos muebles, algunos pósters de hombres fornidos y largos falos, adornan las paredes. No puedo más y loco de pasión la tomo de la cintura, la atraigo a mí para tomar su boca en un largo beso que corresponde con un prolongado sonido de gata, de verdad que te gusto, hermoso, ¿verdad?, sí, le digo entrecortadamente por mi agitada respiración y comienzo a acariciar su espalda con lujuria, me deslizo por ella con mis manos calientes hasta apoderarme de su cola, levanto la falda y masajeo su lindo culito, su ...
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