1. ALEJANDRA ( 3 ) Un nuevo camino.


    Fecha: 12/11/2017, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... pantaleta. Beso incontrolado su cuello, su rostro, aspiro el aroma de su cabello, ella gime asombrada de la pasión que me despierta, se aferra a mí, y toma como puede mi pene, duro e hinchado de la cabeza, a punto de estallar. Se hinca y veo lujurioso su boca pintada de rojo cómo toma con sus labios la cabeza de mi pene, me estremezco al sentir su tibieza bucal resbalar por el tronco de mi falo. Por un buen rato tomada de su cabeza y abundante cabello por mis manos, me mama la verga, con suavidad, con ternura y deseo. La levanto como puedo y comienzo a desnudarme, ella hace lo mismo y quedamos desnudos uno frente al otro, yo con mis largas piernas delgadas, mi vientre y pecho plano y en medio, un garrote parado y palpitante. Ella, con unos senos hermosos, medianos; caderas redondas, piernas torneadas de mujer y en su entrepierna un pequeño y flácido churro, de lo que alguna vez fué un pene como el mío, aunque después me dijo su edad: diez y nueve añitos. La tomo de nuevo por la cintura y caemos en la cama yo encima y comienzo a mamarle los senos, uno primero y otro después, chupando sus pezones endurecidos, acaricio sus muslos, la volteo lo suficiente para apoderarme de sus nalgas redonditas y suaves, meto mi dedo en su dilatado ano ( lleva varios años en la prostitución), recorro su espalda, solo sus gritos y gemidos de calentura se escuchan. No ha soltado mi pene desde el inicio, que aprieta y manipula como haciéndome la paja. Se da la vuelta y me invita poniéndose en ...
    ... cuatro, hazme tuya mi amor, húndeme tu rica verga papito. Abro sus nalgas con ámbas manos y le apunto mi cabezota a su dilatado agujero para atorarme en él y empujo para hundirla toda de una sola estocada, hasta que mis huevos sienten su lisa piel nalgatoria. Es indescriptible para mí, los instantes en que me deslizo por las paredes tibias, cremosas y palpitantes de su culo. Con mis ojos veo su espalda, su cabello abundante, sus caderas y nalgas y piernas y brazos abiertos que apoyados sobre la cama que me reciben, es mía, me pertenece, soy su dueño. Por muy largo rato, bombeo y bombeo sin control y frenético, arrancando gemidos de su boca, gritos de desesperación que hacen que cierre sus piernas, echarse en la cama y sentir más duro mis embates cada vez más violentos por el deseo. Me toma de los brazos y me jala contra ella, en un abrazo muy apretado, nos fusionamos los dos, somos uno solo, unidos por su cola que me acoje y por la que la cojo. No puedo más, me voy a venir grito, ven mi amor, ven a mí, me responde y en medio de un grito de placer que se escapa de mi garganta, exploto en sus intestinos que acompañan a su sorprendida exclamación : cuánta leche. Tibia, descansa en mis brazos, beso su frente y me pregunta pero decime ¿como te llamas?, Alejandra, respondo, ¡vaya, eres de las nuestras! exclama sorprendida, ¿y tú?, le pregunto, Fernanda, me responde. ¿Sabés?, dime mi amor le digo dulcemente, me siento afortunada, hoy es un gran día para las dos, me dice Fernanda. Asi sea ...