1. Mi Pequeña Valeria


    Fecha: 13/11/2017, Categorías: Hetero Autor: JAYDEE, Fuente: SexoSinTabues

    ... la olí sobre sus braguitas. Lamí sus braguitas cabalmente sobre donde estaba la rayita de su cuquita. La respiración de Valeria aumentó un poco la niña se estaba excitando, posiblemente la primera vez en su vida. Pero quien más excitado estaba era yo. Con delicadeza le empecé a sacar sus calzoncitos, los saqué por sus tobillos. Su panochita era perfecta, tal y como me la había imaginado en mis sueños. Con un vello púbico escaso de color castaño claro casi imperceptible. Los pliegues de su vaginita eran coloraditos, su vientre era planito. No pude aguantarme mucho tiempo observándola, y me dirigí hacia su cosita, lamí desde su ombligo hacia su panochita, ella instintivamente había cerrado sus piernitas, besándole sus muslos, con un poco de fuerza se las volví a abrir, para luego ingresar con mis labios y lengua y chupar sus pliegues vaginales. Valeria por primera vez gimió con una perrita cuando sintió lo caliente de mi lengua posarse en su rayita. Volvió a intentar cerrar sus piernas, pero yo ya estaba preparado y le tenía la cabeza entre ellas, por lo que no pudo hacerlo. Seguí chupando todo lo que encontraba entre sus piernas, degusté el sabor de su piel lozana, luego con mis manos suavemente abrí los pliegues de su vaginita y le inserté mi lengua en su interior, busque su pequeño clítoris y con la punta de la lengua lo estimulé varias veces. Valeria movía su traserito y su espalda contra la cama, estaba gozando de este sexo oral, yo veía que se mordía los labios para no ...
    ... gemir y delatar que estaba despierta. Subí hasta su senos y con cuidado le saqué su vestido de dormir, Valeria quedó completamente desnuda!, como en mis sueños. Me detuve para admirarla. Era bella, era virginal, era fantástica!. Mamé sus senitos, casi los engulló totalmente, mis succiones sobre ellos eran fuertes, yo estaba muy caliente, ya no me importaba si abría totalmente sus ojitos. Le chupe sus pezones, ella se contorsionó, seguí ahora bajando por su vientre para volver a llegar a su panochita, volví a abrir los pliegues de su vagina y ahora con mucha más pasión y fuerza le mame su coñito con lenguetazos largos y secos. Valeria instintivamente tomó con sus manitas mis cabellos, flexionó sus rodillas, de modo que su vaginita se abrió en par en par ofreciéndome su frutita completa para seguirla mamando. Valeria ya gemía y jadeaba sin parar, la estaba gozando!. Seguí mamando su panochita hasta que oí y sentí que tuvo un lindo orgasmo que recibí en mi boca. Con la lengua probé una parte de su néctar vaginal. Era amarguito rico. Luego de su orgasmo, Valeria se quedó completamente quieta, estaba cansada. La tapé con las sabanas y me coloqué a su par, los dos desnudos. Era suficiente por hoy pensé. Más tarde le coloque su calzoncitos y su vestidito y la cargue de regreso a su camita. Antes de dejarla en la cama de la habitación de mi hija le di un beso en los labios. De regreso me volé una masturbación monumental. A los quince días, que sentí como un año. Valeria volvió a llegar ...