1. Aleida Mini Ninfomanita III.


    Fecha: 16/11/2017, Categorías: Masturbación Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... pensar como de alguna manera atraer a Aleida, para preguntarle ya más abiertamente de lo descubierto por él, pero jamás se imaginaba, que la máquina atraía a la chiquilla por las vibraciones que hace al momento de usarla y que la había mandado ahora sí, ¡a ver estrellas de colores y la luna! a esa pequeña. Tocó la campana de la salida escolar de ese día y él muy formal, para abrir la reja con el fin de que fueran saliendo los alumnos, cuando entre la nube de la chiquillería venía Aleida, Sandra y Sofía platicando y al pasar a un lado de don José, se despidieron de él, salieron y se marcharon cada una por su lado, cuando en eso ya la mayoría se había retirado; así como los maestros ya habían hecho lo mismo, fue cerrando la reja como siempre con la cadena, candado y llave de seguridad, para ir a asear los salones, por lo que ya caminaba hacia al interior, cuando escucha una voz que le grita “Don José”, y voltea a la reja y ve a Aleida entre los barrotes con su carita pegada y ¿le dice que se le había olvidado algo en su salón? acercándose a la mentada reja don José, diciendole la chiquitina que ya había ido a su casa a dejar sus cosas y que había pedido permiso para ir con Sofía y Sandra a jugar a los juegos del centro de ese lugar, pero que quería venir aquí, porque se le olvido una hoja que era parte de su tarea, y quería pedirle que la dejara pasar por ella, don José claro que le abrió la reja, no lo pensó dos veces y se dijo, ¡que esa era la oportunidad que esperaba!, ...
    ... para tratar de conversar un poco y a solas con esa chiquilla, nervioso y a un lado de ella caminó hasta el salón, le abrió y la chiquilla pasó y tomó una hoja y salió inmediatamente de ese lugar, mientras don José la esperaba afuera del salón para cerrarlo nuevamente, y le dio las gracias por facilitarle la entrada y en ese momento se desencadenó una amena conversación entre niña y senécto de esta manera: Aleida. - A, Conserje. - C. A. - ¿oiga don José yo le quiero preguntar algo, pero no sé, si me pueda ayudar? C. - bueno dime nena, ¿Qué quieres preguntarme?, dime con confianza, ya que yo también quiero preguntarte algo, pero no quiero que te enojes, ¿de acuerdo? A. - bueno si es así y sí usted me ayuda, yo no me enojo de lo que me pregunte. C. - muy bien Aleida, sí es así, no encuentro problema alguno en platicar cómodamente contigo ya que eres una nenita muy especial, bonita y muy tierna, ¿haber dime que quieres preguntarme? A. - bu,,, bueno es lo de esa máquina que tiene guardada en su cuartito, algo nerviosa al preguntar. C. - sí y que tiene esa máquina, haber platícame ¿qué quieres con ese artefacto de trabajo? A. - ah, pues no sé, pero es que el viernes que me dejo usarla, ¡me gustó moverla! C. - y eso porque, si a los demás compañeritos tuyos ni les llama la atención, platícame que es lo que te atrae de esa máquina lava-pisos, ¿ábrete sin pena y dime, que pasa? A. - bueno es que, me gustó sentirla cuando vibra, aquí en mi pancita, ¡señalando un poco más debajo de la ...