1. Una tarde con mamá


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Continuando con lo sucedido después de aquella sorpresa de mi madre en la ducha me quedé con ganas de más, no podría parar de pensar en su rico ano, sus gemidos tan excitantes; mis pajas en su honor ya no eran solo fantaseando, eran pensando en aquella vez y para mí suerte ese día llegó más pronto de lo que imaginé.
    
    Una semana después de lo sucedido en la ducha, osea, el siguiente sábado, volví a estar solo en casa con ella, como es costumbre para mí, me desperté en eso de las 11 de la mañana, pero no escuché mucho ruido en la casa, lo cual significaba que todos habían salido, así que me puse unas bermudas y salí de mi cuarto sin camisa, pero lo hice con cuidado, sin hacer ruido, para revisar quién estaba por ahí. Para mi gusto, solo estaba mi mamá en la cocina lavando unos platos y ollas del desayuno de mis hermanas y su papá, la pude ver sin que se diera cuenta, así que rápido fuí al baño y me cepillé los dientes, salí directo hacia la cocina para sorprenderla, llegue por detrás y la abrase mientras le daba un beso en la mejilla y le decía “buenos días preciosa”, también aproveché para restregar mi paquete en su culo, que solo tenía puesto un shorts de su pijama, que dejaba ver sus piernas tan bien formadas. Ella respondió “buenos días bebé” y ya, así que yo sin pensarlo dos veces coloqué mi mano derecha en su vagina, por encima de su short y empecé a masajearla, mientras le decía:
    -¿me has extrañado?
     Ella son una sonrisa coqueta me dijo: 
    -¿Qué estás haciendo?
    Y ...
    ... yo poseído por la lujuria le respondí:
    -Masajeando lo que me voy a comer de desayuno.
    
    Quité mi mano y le di la vuelta a mí madre para quedar cara a cara, por así decirlo ya que como mencioné en el relato anterior yo soy más alto que ella, entonces la mire a los ojos y le dije con un tono muy lujurioso y perverso mientras mandaba mis manos a su culo para acercarla más a mí:
    -Te he estado pensando mucho desde la última vez, y quiero que vuelvas a ser mía, extraño tu rica cuquita.
    
    Eso pareció excitarla porque de inmediato siguió mi juego y de manera lasciva me respondió:
    -Pues mi chocha también te ha extrañado mucho bebé, ¿qué me vas a hacer esta vez?
    
    Eso no pudo prenderme más, así que sin pensarlo me puse de rodillas frente a ella y tomé sus shorts, los bajé hasta sus tobillos con rapidez y vi que tenía una tanga negra con la parte delantera en encaje, eso fue prácticamente perfecto porque la lencería negra me fascina y más si es en encaje, luego, con cuidado hice a un lado la parte delantera de su tanga para ver su vagina y me sorprendió ver qué estaba totalmente depilada, era como si se hubiera preparado para ese momento, acerqué mi cara y vi que los labios de su vagina ya estaban húmedos, que puta tan lujuriosa, apenas la había manoseado un poco y ya estaba mojada y lista para ser penetrada, me paré y metí dos dedos en su boca, ella no dijo nada, solo los empezó a chupar suavemente, le dije:
    
    -No quiero que me los chupes, solo quiero que me los llenes de babas ...
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