1. Una tarde con mamá


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... duro.
    
    No fue necesario que ella me ordenara eso, pues era justo lo que iba a hacer, entonces cambié mi ritmo, a uno un poco más lento pero con embestidas más fuertes, eso empezó a enloquecer a mi madre porque ha no media el tono de sus gemidos ni las palabras que decía:
    
    -AAAHHH SI, ESO, ASI BEBÉ, QUE RICO ME CULEAS, AAAHH AAAHHH AHHHH 
    
    Desde la primera vez que tuve sexo con ella me fascinaron sus gemidos, pero ahora me volví adicto a ellos, así que seguí mi penetración intensa, y de la excitación al ver su rico culote le dí una fuerte nalgada, y ella solo dijo:
    
    -Aaayyyy siiii, que rico jueputa, dame más, dame más porfavor.
    
    Esas palabras enloquecen a cualquiera, así que le di unas cuantas nalgadas más, hasta que su culo quedó bien rojo, seguí penetrándola así un rato más y volví a cambiar de posición, esa vez como al principio, sentada en el borde del mesón, pero está vez escupí en si vagina y con mis dedos empecé a jugar con su clitolis, no pasó mucho tiempo estando así cuando me abrazó fuertemente, mientras enterraba sus uñas en mi espalda me decía
    
    -AAAYYYY JUEPUTA SIIII, QUE RICO, ME VINE, AAAHHH AAAHHH AHHHH
    
    Una pequeña explosión de fluidos llenó sus vagina, y con ella me apretó la verga, tan rico que en unos instantes también alcance mi climax, pero no me vine dentro de ella, sino que saque mi verga y le dejé todo mi semen en sus labios vaginales. Luego de eso me aparte un poco, exhausto por la faena, mientras ella con su mano comenzó a frotar mi ...
    ... semen por toda su panocha y luego de la llevó a la boca, lo saboreó como si fuera el más exquisito manjar, lo veía y no lo creía, mi madre era toda una puta, y mejor aún, una puta que podía disfrutar para mí en mi propia casa. Ella se bajó del mesón, se acomodó su tanga y siguió lavando unos pocos trastes que le faltaban, por mi parte yo me quedé totalmente desnudo, pues dejé mis bermudas y mis boxer tirados en el suelo de la cocina. Aún tenía ganas de más, aún tenía que penetrar ese culo que tanto me calentaba, así que me quedé esperando en la entrada de la cocina a que ella terminara de hacer sus cosas, no tardó mucho y cuando iba saliendo fui tras de ella y la abrace por detrás, y le dije en el oído:
    
    -Yo todavía tengo ganas de más
    -Que rico bebé, yo igual
    -¿Cuánto tiempo tenemos para hacer travesuras?
    -Pues Rafael (así se llama el esposo de ella) está trabajando y como es sábado es fijo que se va a la tienda a tomar con los amigos, entonces llega tarde
    -¿Y las niñas? (Pregunté por mis hermanas menores)
    -Ellas están con la abuela, pero yo creo que no se demoran en llegar, me tocaría llamar y decirles que se queden en la calle un rato más.
    -Pues llama y consigue más tiempo, estoy bien arrecho y con ganas de seguir culeando.
    
    Sin dudarlo ella fue por su celular y volvió enseguida, llamó a mí abuela, mientras tanto yo la volví a tomar por detrás para restregar mi verga en su culo y manosear su vagina.
    
    -Hola mami, donde están (dijo mi madre)
    -Ya vamos para allá, ...
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