Mamandole a Daniel en el balcón - Relatos Eróticos

Mamandole a Daniel en el balcón

... respondió, pero yo sabía, que me lo preguntaba a mi, no a ella. Salí al balcón a mirar la ciudad desde arriba. Y no pude parar de pensar en el encurvado sobre esa chica. Daniel me ponía tanto... Yo me quería meter los dedos, me quería frotar la verga pero no podía. 

Estuve ahí unos 25 minutos, hablando con amigos por el móvil de lo que sea. Entonces, salió Daniel al balcón conmigo. Estaba sudado y desnudo. Su vello púbico era pelirrojo y sus sobacos parecían bosques. Su polla estaba medio blanda y goteaba semen. Supongo que a estas horas de la noche no nos vería nadie. Además, estábamos en un apartamento muy alto. Le hablé, "parece que habeis gozado eh",  dije riéndome. 

El se rió conmigo. "Si tío, ella me estaba poniendo ojitos desde que empezamos a beber. Lo hemos hecho en cuatro posiciones tío". Lo dijo dándome una palmada en la espalda. Su mano estaba sudada y lo noté, pero me puso mucho. Me miró el paquete un segundo. "te has puesto cachondo al vernos eh"? Su mano agarró mis huevos por encima del pantalón y no pude evitar gemir. El soltó y se rió de mi. Yo no respondí. 

Mi miró un poco más de cerca, acercándose con su polla colgando delante mío, "Pero creo que te pongo yo más que ella"... 

"Que dices tío? No digas bobadas". 

El no pareció creerme. "Mira, si me quieres limpiar la pilla mientras ella se ducha... Adelante". Primero pensé que era una broma, pero parece que iba enserio. "Pues ponte de rodillas". 

Me agarró de los hombros y empujó hacia ...

... abajo hasta que estaba a la altura de su verga. Olía a hombre. Olía a testosterona y sudor y no pude evitar sentirme como su putita. La acerqué a mis labios, y lamí la gota de semen que colgaba. Un escalofrío recorrió mi espalda y no pude evitar gemir un poco. Me empezé a meter el resto en la boca, notando el espeso sabor de su fluido. Era salado, y creo que notaba el sabor de la vagina de la chica. Me agarró de la nuca y introdujo su miembro entero. Era musculoso y largo y mi nariz entró en su vello púbico, donde emanaba olor a hombre. 

Con un movimiento lento movió mi cabeza hacia al ante y hacia atrás, con la polla cada vez más grande. Me estiró los labios y procedí a acercar mi dedo a mi culo. El me hablaba mientras lo hacía, "así me gusta puta, que vas a hacer que me corra por segunda vez hoy".

Se la seguí mamándo mientras oíamos el agua de la duchq caer. Yo finalmente me metí todo el dedo en el culo, y a la vez note que Daniel estaba a punto de correrse. Agarró de mi cabeza y esperó a que tres chorros de semen nuevo me cubriera la garganta."Ahora limpialo bien cerda". Me dijo mientras exhalaba. 

Después de un rato, su polla volvia a estar flácida, y se separó de mi, entró en el apartamento otra vez sin decir nada y entró en la ducha con mi amiga, su polla volviéndose a poner dura. Le oí decir algo al entrar, "quieres follar en la ducha wapa"? 

Me quedé de rodillas en el balcón. Le había lamido la polla porfin, y me había puesto muy cachondo. Durante los próximos ...