1. EL NENE DE LA ENTRADA DEL CINE 2


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Alex, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... hace seguido? No, pero siempre quiero estar listo, por eso lo tengo.
    ¿Seguro de que no me va a doler mucho?
    No, bueno, ya te dije que al principio si es algo molesto, pero esa molestia pasa rápido y después solo es placer. Además, tus nalgas son bien grandes, pueden acomodar un pene de cualquier tamaño.
    ¿usted cree?
    Le solté la mano y comencé a sobar su pierna izquierda, su piel cálida, lisa, lampiña, deliciosa. Avancé hacía su entrepierna, ya la tenía algo dura y comencé a sobar su pene. No parecía muy grande debido a su estatura.
    
    Llegamos al motel, entré el carro, me bajé a cerrar el portón corredizo y entramos a la habitación. Qué bonito dijo ¿te gusta? Sí, es bonita, huele a limpio ¿y nos van a ver?
    No, ahí en la esquina hay una caja de madera, ahí se pone el dinero, nadie nos ve.
    Ven, lo tomé de la mano y lo llevé a la cama. Me senté a la orilla, abrí las piernas y lo puse enfrente de mí. Lo acerqué, puse mis manos en sus nalgas y comencé a sobarlas, eran grandes, bien duras, paraditas, una delicia. 
    ¿te gusta? Sí, se siente rico.
    Sonó el timbre, me paré y fui a depositar el dinero y tomé las toallas. Regresé a la cama, repetí la maniobra, le desabotoné el cinturón, le bajé el short y la trusa al mismo tiempo, quedando desnudo de la cintura para abajo, su pene, como de unos 14 cm salió disparado hacia su abdomen, tenía una gota de precum.
    Quítate la camisa le dije, lo cual hizo y dejó al descubierto su tórax y abdomen totalmente lampiños, sus pezones muy ...
    ... lindos, paraditos, rosaditos, contrastando con su piel morena. Me acerqué y comencé a besar y succionar uno de ellos y con una mano acariciaba sus nalgas y con la otra tocaba su pene que ya estaba súper duro.
    Ven, acuéstate le dije al mismo tiempo que yo me despojaba de mi ropa, él solo me miraba.
    Me acosté a su lado, comencé a besarle los labios, el cuello, le acariciaba el pezón derecho, el solo gemía ¿te gusta? Sí, pero me da cosquillas.
    Seguí besándolo por un rato y lo masturbaba. Lo puse encima de mí, sobaba sus ricas nalgas y buscaba su rayita.
    Tomé su mano derecha y la llevé a mi pene, sóbalo le dije, lo agarró y lo comenzó a apretar y movía su mano de arriba para abajo. Es bien grande dijo, me va a doler. No, ya te dije que lo vamos a hacer despacio.
    Me bajé de él, succioné uno de sus pezones y con la otra mano lo masturbaba. Bajé por su abdomen plano y llegué al ombligo, lo besé, lo succioné, seguí bajando hasta su pubis, se había rasurado, lo que me indicó de que si quería. Metí la cabeza de su penecito en mi boca y comencé a darle una rica mamada, el solo gemía. Puse bastante saliva en su perineo y busqué su rayita, punteaba su culito y hacía presión para que mi dedo entrara. Lo logré, sentí como su esfínter se contrajo apretando mi dedo de una manera bien rica.
    Inicié un mete y saca en su agujero y buscaba su próstata, para estimularla. Así estuve unos minutos.
    Paré, me subí de nuevo, ¿quieres probar chuparla pregunté? Nunca lo ha hecho dijo, has lo mismo que ...