1. EL NENE DE LA ENTRADA DEL CINE 2


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Alex, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... yo le dije y llevé su cabeza a mi pene, se lo metió en la boca, usa solo los labios, así como yo lo hacía le dije. No me cabe decía, Si puedes, trata de meterlo lo más que puedas le decía.
    Me empezó a dar una tosca mamada, pero yo sentía rico, con una mano apretaba sus nalgas y punteaba su hoyito.
    Así estuvimos por unos minutos. Poco a poco su mamada fue mejorando, de vez en cuando le daban arcadas, lo que hacía que su esfínter anal se contrajera y apretaba mi dedo bien rico, tenía lágrimas en sus ojos.
    Para le dije, te la voy a meter. Haremos lo que viste en los videos, ¿Cómo te gustaría? ¿Cómo quiere usted? Mira, para que no te duela mucho, mejor te sientas en ella y la vas introduciendo despacio.
    Tomé el tubo de lubricante, puse una buena cantidad en mi pene y le unté otro tanto en su rayita y apunté mi pene en su agujero, Así, baja despacio le dije, has presión para afuera como si vas a ir al baño, así entrará más fácilmente. Hizo presión y entró la cabeza. Ayy, dijo, duele. Despacio empuja hacia abajo. Sus rodillas estaban cada una a mi lado, tenía la mano en mi pene como impidiendo que entrara más, tenía cara de dolor, pero seguía bajando. Yo sentía cómo las paredes  de su recto iban envolviendo mi pene, estaba súper apretado, caliente, palpitante, por fin entró toda. Sus nalgas se pegaron a mi pubis. Quitó la mano pues ya estaba toda adentro.
    Empujé hacia arriaba mi pelvis para iniciar un mete y saca. Ayy, ayy, duele un poco. Ya te va a pasar, muévete de atrás ...
    ... para adelante como si estuviera cabalgando le dije.
    Puso sus manos en mi pecho e inició el movimiento de atrás para adelante, yo empujaba hacia arriba, tratando de meterla toda.
    ¿te duele pregunté? Un poco, pero aguanto dijo y seguía cabalgando. Yo estaba en la Gloria, él seguía con sus movimientos de atrás para adelante. Su cara de dolor desapareció. Yo empujaba todo lo que podía hacía arriba, él para adelante y para atrás. ¿te gusta? Sí, pero duele un poco. ¿Quieres que pare?, No. Sigamos. Así estuvimos un rato.
    Espera le dije, bájate y acuéstate boca arriba. Puse sus cortas piernas en mis hombros, sus rodillas hacia su pecho, quedando expuesto su agujero, que estaba un poco dilatado y rojo, apunté al centro y empecé a meter mi pene en ese lindo huequito. Sentía como se iba dilatando, estaba bien apretado, ya que era virgen. Entró toda y comencé a embestirlo cada vez con más fuerza, el comenzó a gemir más fuerte, ya no le importaba que alguien pudiera oír, estaba gozando.
    Me incliné para besarlo, lo cual hacia que mi pene entrara hasta el fondo. Le mordía el labio inferior, le metía la lengua, él correspondía. ¿te gusta? Sí, mucho ¿te dolió mucho? No tanto como yo pensé, es rico dijo. Así lo tuve un buen rato. Mis embestidas eran cada vez más fuertes. De repente, las paredes de su recto comenzaron a a contraerse rítmicamente y gritó AGGG, AGG, y comenzó a expulsar chorros y chorros de semen caliente, que cayeron en su abdomen y mi pecho, al mismo tiempo que yo exploté ...