1. ¡Cabrón!!


    Fecha: 18/11/2017, Categorías: BDSM Gays Sexo Duro Autor: AmoSevero2007, Fuente: xHamster

    ... yo fui directamente a la habitación, allí le esperé para me desnudara a mí. Lo hizo y aprovechó que yo me estiraba en la cama para dormir la siesta para darme unos cariñosos besitos en mi polla y huevos. Dormimos plácidamente, yo no mucho tiempo, en mi cabeza seguía bullendo “cabrón”… me había llamado cabrón. Salí de la habitación, un vaso de agua fresca, una meada… al volver le vi dormido, con cara de ángel, como si no hubiese roto un plato en su vida. De lado al borde de la cama, sus manos sobresalían; no me fue difícil ponerle las muñequeras, con la segunda comenzó a revolverse. Aún soñoliento, colaboró facilitándome le colocación de las tobilleras. Cuando le sujeté los tobillos a las patas de la cama, bocabajo, las piernas separadas entendió lo que pasaba, abrió los brazos y acomodó su cara en la almohada. Ya atado en cruz, me tomé mi tiempo. Acaricie sus nalgas. No quise taparle los ojos, quería que me viese. Busqué la fusta. Sin prisa, relamiéndome en mi posición, paseaba por la habitación. Él con los ojos cerrados esperaba resignado lo que sabía inevitable. La primera descarga fue certera, en el medio de las dos nalgas, fuerte, muy fuerte, sin precalentamiento. Una línea roja se dibujó de inmediato atravesando las nalgas de izquierda a derecha. Y su mirada, penetrarte, me fulminó de inmediato. Tras los tres o cuatros primeros azotes, todos en el mismo sitio, e igualmente fuertes su mirada cambió a suplicante. Ninguno de los dos dijimos nada. Cambié de posición y ...
    ... continué azotando, él empezó a revolverse, pero estaba bien sujeto. En ningún momento bajé la presión y los golpes eran realmente fuertes. Él primero en hablar fue él: • Perdón, mi Amo. Yo no dije nada, continué con el castigo, metódico, pausado, pero contundente. Comenzó a lloriquear. • No llores, tú te lo has buscado. ¿Qué me llamaste? Silencio. Zas, otro azote. • ¿Qué me llamaste? • Perdón, se me escapó – zas otro azote más. • ¿Qué me llamaste? – zas, zas, ahora dos golpes por no responder. Otra vez silencio, pues azotes sin parar sin rebajar en absoluto la intensidad. • ¿Qué me llamaste? Un tímido y tenue “cabrón” se deslizo entre sus labios. • ¿Cómo has dicho? – ZAS,zas, zas – No te he odio – ZAS. • Cabrón – ZAS • Más alto, que no te oigo – ZAS, ZAS, ZAS – los fustazos no me dejan oírte bien. • Cabrón – zas, zas, zas. • ¿Seguro que fue eso? – zas – A ver repítemelo otra vez. • CABRÓN – entre llantos consiguió gritármelo. Su culo ya estaba trenzado de líneas rojas. Lo tenía muy caliente y en algún punto, pequeño, ya se agolpaba la sangre en suaves moratones. No por ello decayó mi castigo y continué un buen rato. En este punto mi polla estaba a punto de estallar sin tocarme, sin ningún otro estimulo más que los azotes que estaba dando y el ver como se retorcía y lloraba. Consideré que ya estaba bien como castigo; me senté en la cama, acaricie sus caldeadas y enrojecidas nalgas, acerque mi cara a la suya y le susurré al oído • ¿Crees que ya has cumplido con tu castigo? • Si mi ...