1. EXTRAÑO TU BOCA, Y TÚ A LA MÍA (1)


    Fecha: 20/11/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Mar1803, Fuente: SexoSinTabues

    ... vez que sale mi lengua y vuelve a entrar con mayor profundidad recogiendo el líquido de sabor salado que me obsequias con cada gemido que das. Me prendo de tu clítoris y me afano en los lengüetazos y las chupadas, tus gemidos aumentan hasta convertirse en gritos. Sé que te estás viniendo a chorros porque trago tu flujo cada vez que saco la lengua y al entrar hay más líquido y éste es más viscoso que antes. Cada trago es mejor mientras mantienes tus aullidos los que mezclas con las palabras “sigue, más, mámame, chupa” y otras con las que exiges que no pare— ¿Te gusta cómo te chupo? —pregunto sólo para envanecerme con la respuesta evidente. —¡Sí, sigue que me estoy viniendo mucho! —gritas apretando mi cabeza contra tu pubis. Entre sollozos se van calmando tus peticiones y van aminorando con la lentitud con que mi lengua se mueve. —¿También así te mama la pepa tu esposo? —te inquiero cuando ya estás reposada. —No, él dice que no le gusta cómo sabe la panocha —contestas, ante ello vuelvo a meter mi boca entre tus piernas, que abres más y trato de recoger con mi lengua todo el flujo que puedo; tiene un sabor muy intenso. —Pues sabe rico, pruébalo, lame mi lengua —te digo ante de darte un beso, metiendo mi lengua en tu boca para enredarla con la tuya—. ¿Te gusta? —pregunto al concluir el beso. —El beso sí, pero mi sabor no —contestas riendo después de catar tu flujo. —Pues a mí sí. También me gusta mamarte las chiches —digo antes de prenderme a una de ellas con la boca y acariciar ...
    ... ambas con sendas manos. —También en la otra... —me pides pasados unos minutos, sacándomela para ofrecerme la otra, lo cual acepto para hacerte sentir, junto a las caricias que desparramo por todo lo que alcanzo de tu cuerpo, la lujuria que me invade al disfrutarte. —Mhh, mjhh... —es todo lo que sale de tu boca. Tienes cerrados los ojos y a tientas encuentras mi miembro, el cual jalas desaforadamente mientras gozas de las caricias que hacen mis labios. —Bueno, al menos las tetas sí te las mamará rico, pues las tienes muy sabrosas —te pregunto después de besarte el cuello y hacer que tu piel se ponga “chinita” por tantas caricias. —Si las mama, pero no le gusta mucho porque una vez le salió leche cuando yo estaba esperando y no le gustó el sabor. —El calostro sabe dulce y muy rico, también la leche, no sé por qué no le haya gustado —explico. —¿A ti sí te gusta? —preguntas asombrada. —Claro que me gusta, aunque pocas veces lo he podido probar. Sin soltarte las tetas, me acuesto sobre ti, que no has dejado de acariciar el pene, y lo diriges hacia el interior de tu vagina, lo sueltas cuando lo sientes dentro y me abrazas para besarme. Nos movemos sin dejar de unir nuestras bocas, el abrazo es total y movimiento nos acalora. Te vienes pronto y lo dices, abriendo los brazos. Te tomo de las nalgas sin dejar de moverme, me vuelves a abrazar para moverte a mi ritmo y te vienes otra vez —Yo ya me vine varias veces —dices cuando reposamos —¿Por qué no te has venido? —Por no embarazarte. ...