Noche de locura en la playa - Relatos Eróticos

Noche de locura en la playa

... punto de llegarme, chupe con mucha mas fuerza y salió a borbotones ese espeso fluido de vida que me infló las mejillas y se me escurrió un poco, yo sonreia con el semen en la boca mientras Raúl me grababa desde todos los angulos a mi y a Gabriel exhausto en la cama, deglutí el sabor de la leche y me fascinó, me la tragué poco a poco y recibí un beso de Raúl que le limpiaba los restos de semen de la cara.

Que tal te ha parecido primito? - me preguntó Raúl - me encanta primo! - le dije. - Entonces quieres mas? me insiste con la camara - Claro, pero que mas? - le replico. - Aceptarias . . . Ser mi perra? o sea, dejarias que te lo meta hasta el fondo del culo?! - me dijo sin tapujos - Si! - le contesté apenas terminó de hablar; de inmediato Gabriel buscó en una gabeta una pomada que rapidamente procedió a untarme en el ano, Raúl me acostó y me dijo que me relajara que esta parte me iba a gustar mucho, yo obedecí y Gabriel me metía un dedo lleno de crema hasta adentro, yo disfrutaba como me tocaba por dentro, luego otro dedo invasor se unió a la fiesta y aunque me dolía algo no tuve objeciones, mientras Raúl filmaba todo el espectáculo un tercer dedo se introdujo y me quejé; pero Gabriel me dijo que si sentía deseos de gritar que me tapara con la almohada, no fue si no al meter el cuarto dedo que sentí realmente mucho dolor, me puse la almohada en la boca pero no grité, lentamente el dolor desapareció y Gabriel dijo: "todo tuyo jefe".

Raúl le pasó la camara a Gabriel y Mi ...

... primó colocó una almohada debajo de mi pelvis para quedar con el culito levantado, Raúl se embadurnó el pene de crema, me untó un poco a mi y me dijo - Cuando esté dentro de tí, serás mío para siempre - acto seguido me encabezó el culo, pegué un grito ahogado en la almohada, solo sentía un dolor desgarrador; cuando se calmó un poco, Raúl empujó unos 2 cms mas y volvió a doler - Aguanta perra! - me gritó mientras hundia pelo a pelo su enorme verga de 18 cms, - Cuanto falta? - le pregunté con lagrimas en los ojos, se apiadó de mi y me respondió - solo un poco mas primito. - era mentira , faltaba la mitad y casi pude calcular la distancia cuando me la fue metiendo en un solo empujon lentamente, grité un poco mas, unos momentos despues cuando el dolor menguaba comenzó un vaiven lento y pausado que masajeó mi ano por dentro, se sentía muy rico, disfrutaba cada estría, cada vena que rompía las resistencias de mi virginal culo; Gabriel se movía por todos lados capturando los mejores angulos en la filmadora mientras mi primo aumentaba de a poco la velocidad de las embestidas las cuales me hicieron dar pequeños grititos como de niña que exitaron a los dos adolescentes aún mas, Raúl decidió (despues de 7 min. de bombeo) incrementar las penetradas sacandolo casi completamente para meterlo hasta el fondo a una velocidad de locos, la almohada estaba humeda de saliva y lagrimas, el placer interno que sentía me hacía llorar de felicidad, yo disfruté, de repente Gabriel me mete la verga en la ...