1. La pila


    Fecha: 22/11/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque eso me excitó muchísimo, y después se la metió en la boca, me dio unos cuantos vaivenes y me corrí, me corrí de largo, me vacié, ¡qué gustirrinín en la punta del capullo!..., luego se metió las tetas en la camiseta, se incorporó, me dio un pico en los labios y, sin decir ni pío, levantó su mano derecha a la altura de mi pecho con la palma hacia arriba, yo lo entendí rápido y le solté los veinte pavos, abrió el pestillo y se largó». «¡Qué guay, tío!», decía uno; «¡Sí, tío, hamburguesa, cerveza y mamada!», decía otro; «¡Y por menos de cuarenta euros!», decía el de más acá; «¡Un chollo!», gritaba el de más allá; «¡Burguer La Pila, allá vamos!», decían todos. Oscar, apesadumbrado, volvió a la faena envuelto en funestos pensamientos. Horas después, retornaba a su casa cabizbajo cuando se le ocurrió no ir a despedir a Lorena antes que entrara trabajar, esperarla más tarde, cuando volviese, de madrugada. Eso hizo: la llamó diciéndole que el cercanías sufría retrasos y que luego, cuando se acostase, la vería; ella comprendió. Tras la jornada agotadora, Lorena, de regreso, introdujo la llave en el bombín de la cerradura, no sin antes haber ido recontando su particular recaudación por la calle: pronto podría comprar una casa para ella sola y dejaría de compartir pisos alquilados con hombres celosos. Entró en el piso a oscuras, se descalzó y avanzó por el pasillo silenciosamente por no interferir el sueño de Óscar sin saber que no podía hacer tal cosa, ya que Óscar la esperaba ...
    ... despierto, sentado en el sofá del saloncito, iluminado sólo por la tenue luz de una vela sobre la mesita de centro. Lorena le entrevió en la penumbra: «Hola, Óscar, ¿qué haces que no estás en la cama, te preparo una tila?», dijo Lorena mirando su varonil y apuesta figura, dibujando una media sonrisa en su fino rostro, despojándose de la camiseta que oprimía sus bellos pechos de mujer, que se sensualmente se movían por cada paso que adelantaba, acrecentando la voluptuosidad del momento; «Te estaba esperando, Lorena», diciéndole esto, Óscar se sacó la polla por la portañuela del pantalón del pijama. Lorena observó su miembro, el que tanto la hacía gozar, con singular reverencia, y lo deseó, quiso sentirlo dentro de ella, así que se bajó falda y bragas y se las sacó por los pies, quedando completamente desnuda frente a su amante. «Lorena, ¿qué haces?», preguntó Óscar desconcertado; «Me desnudo, Óscar, tengo tantas ganas de follarte»..., soltó Lorena acercándose más; «Lorena, nunca me has hecho una mamada y»...; «Más adelante, te la haré, ya sabes que el sabor del semen no»...; «Con condón, puedes»...; «No es lo mismo, si»...; «Las haces con condón», acusó Óscar. Lorena se quedó fría. «Espera un momento», dijo Lorena, y, girándose sobre sus talones salió del saloncito en busca del inalámbrico que estaba en la cocina. «¿Dónde vas, Lorena?», gritó Óscar; «¡A preparar una tila!» Lorena, haciendo ruido con cazos y tazas, marcó el número de su padre, que seguro que estaría trabajando en ...