1. Nunca sabes cómo acabará la noche


    Fecha: 23/11/2017, Categorías: Primera Vez Voyerismo Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasar. ¿Qué imaginarían? me pregunté. ¿Que era una zorra o algo así? Los nervios pensaban por mí, pero pensé que mientras fuera discreta no llamaría mucho la atención. Busqué y no encontré lo que temía, ninguna cara conocida. Yo era la única mujer del local, aparte de las camareras y las bailarinas. Todas mostraban sus pechos excepto yo. Estaba tan ocupada mirando e indagando que podían estar pensando sobre mí que casi tropiezo con uno de los taburetes que rodeaban el escenario. Javier giró uno de ellos y me lo ofreció sentándose a continuación junto a mí. Estábamos en primera línea, podía apoyar mis codos sobre el escenario. Le hubiera llamado la atención, estábamos muy cerca, estaba incomoda, pero había demasiados hombres cerca y no quise ponerlo en evidencia. Una camarera con unas tetas desafiantes, muy bien puestas por cierto, nos trajo unas bebidas. Ni siquiera recuerdo cuándo Javier las había pedido. Absorta en todo lo que ocurría me encontré con un coctel en mi mano sentada mirando a mi marido. Y al escenario. En él había una chica gateando, moviendo su culo muy cerca de las caras de los hombres sentados alrededor del escenario como nosotros. Estaba desnuda excepto por un minúsculo tanga. A veces rodaba sobre su espalda con las piernas al aire mostrándonos a todos un abultado pubis que la pequeña tela apenas cubría. La canción terminó y empezó a aproximarse hacia los taburetes. Se acercaba y con un baile muy sensual frotaba sus pechos en la cara del afortunado. ...
    ... Parecía que los elegía al azar, pero mi esposo me comentó que las bailarinas mientras bailan van observando quien puede darles más dinero al acabar. Lo siguiente me sorprendió. La bailarina que acababa de actuar ya se retiraba pasando por detrás nuestro, cuando de pronto, se sentó sobre el regazo de mi marido. Era muy gracioso ver sus expresiones de sorpresa y agrado. Parecía no saber si correr o quedarse sentado y disfrutar. Me reí sin saber que la próxima víctima iba a ser yo. Rápidamente la bailarina cambio de compañero de baile y se sentó sobre mí. Quise decirle que no me gustaban ese tipo de cosas, pero estaba todavía riéndome de la situación anterior con mi marido. La dejé seguir con su pequeño juego, pero cuando iba a colocar sus tetas en mi cara, amablemente me negué riéndome aún más. Ella iba bailando del regazo de mi marido al mío mostrándose cada vez más provocativa. Yo no prestaba mucha atención al resto de la sala, pero al acabar la bailarina su show con nosotros, oí los aplausos y ovaciones que inundaban el local. Al parecer les encantó. Seguimos bebiendo y comentando lo ocurrido. Nos reíamos de la pequeña “aventura”. Me negué amablemente con un par de bailarinas que quisieron repetir un baile conmigo. Pero a la tercera va la vencida. Y mi tercer coctel también cayó. Casi me suplicó que bailara con ella. Bajó del escenario y muy sensualmente se me acercó. Cogió mi mano y pidiendo permiso a mi marido lanzándole un beso al aire, me ayudó a bajar del taburete. Al igual ...
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