1. Una guarida de "cachaquitos"


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... los tes entrabamos en una habitación muy cómoda, con baño privado, una cama "king size" cubierta de una colcha de satén rojo, un espejo gigante en la pared para permitirnos de seguir en directo nuestros retozos. De inmediato Mauricio se dirigió al televisor buscando un film a su gusto. Durante unos minutos escogió una película donde un negrazo estaba penetrando una rubia con senos desmesurados. Luego preferió un video gay con chicos latinos y otros blanquitos en una orgia desenfrenada. Los tres, sentados en la cama, fuimos, nada más, al tema. Lo que me sorprendió es que los dos cachas me abrazaron cada uno a cada lado y comenzamos a besarnos. Yo empezé a acariciar el paquete a Daniel, deseoso de quitarselo y comerle la polla. Ellos, por su parte, me empezaron a desnudar, uno me quitaba la camisa y el otro los pantalones. Yo le quité la camisa a Daniel, le desabroché el cinturón, le desabroché el primer botón y le metí la mano en la polla, mientras me morreaba con Mauricio. Le saqué la polla y se la empezé a machacar. Tenía una polla completamente erecta, morena oscura, muy grande, gorda, cosa que ya me hacía intuir que iba a costar que entrase en mi culo de primeras. Sin dejar de menearsela a Daniel, desabroché el "jean" de Mauricio y se lo bajé con una mano. Comencé a comerle la boca, mientras el me bajaba los calzoncillos. Daniel me pasó el brazo por el hombro, se acercó y me dió un tremendo beso introduciendo toda su lengua en mi boca... Mientras lo disfrutaba sentí que ...
    ... Mauricio se habiía prendido de mi verga y comenzaba con un sensual movimiento de sube y baja de la mano. Se agachó y puso mi pija en su boca, yo lancé un profundo gemido que quedó ahogado en la boca de Daniel. Me prendí de la verga del robusto soldado, acaricié esa mata de abundante pelo negro que rodeaba a tan soberbia herramienta. Nuestras bocas comenzaron a recorrer los cuerpos con avidez, los suspiros fueron haciendose cada vez más fuertes, y el calor del momento comenzó a subir.
    
    Nos levantamos casi al unisono de la cama. Agarré mis vestidos tirados en el suelo y busqué condones en el bolsillo de mis pantalones. Como mejor pude, puse un preservativo en mi pene y de inmediato enfilé mi miembro en el culo de Mauricio. El soldado, sorprendido, tensó su cuerpo, pero aceptó que ese trozo de carne caliente progresara en su interior. Detras se estaba también poniendo bueno... y peligroso a la vez. Daniel habia acercado su pene descomunal de mis nalgas. Como pude, tomé otro preservativo y se lo puse en la mano. Noté como Daniel se lo enfundaba en su pollón y me ponia más saliva en el culo. Antés de introducir su verga, metió sus dedos, primero uno, luego dos y comenzó a abrirme, para poder recibir aquel trozo de carne excepcional. Yo tenía a Mauricio delante, cogido por la cintura. Con una mano busqué su polla. La tenia dura y tensa. Comencé a pajearle. Mientras me movia a su compas, tenia mi pija metida dentro su culo. El soldadito empujaba hacia atrás como buscando más, o ...
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