1. POR GUACHA Y POR PUTA ME HICE ROMPER EL CULO


    Fecha: 22/02/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: NOELIA, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... atracaba.
    Pero, nunca imagine la loquísima experiencia que iba a vivir. 
    Cuatro o cinco días después me encontré con unas amigas y quedamos de al otro día ir juntas a Solanas. 
    Como todas dormíamos hasta tarde, y ellas se estaban quedando en la parada cinco, arreglamos que a eso de la una yo estaría en su casa. 
    Partí pasadas las doce, como hacía siempre me había puesto una recatada malla de baño para conformar a mis padres. Pero, como siempre, en mi bolso de mano llevaba la putísima mallita que usaba siempre que iba a la playa sin ellos. 
    Aunque pueda ser reiterativa creo necesario, volver a describirme un poco. La naturaleza me regaló un cuerpo bastante atractivo, 1.59 de altura, un rostro bonito, sensuales labios, buenas piernas y un hermoso par de tetas que todas mis amigas envidiaban. 
    A eso se sumaba una increíble facilidad para calentarme. Notándose de lejos que era una guachita buscona. En casa de mis amigas cambié el look, poniéndome mi putísima mayita . 
    Al ser de hilo, se pegaba a mi cuerpo sugestivamente. Arriba ocultaba apenas mis firmes y exuberantes tetas, y mis pezones casi traspasaban aquel fino tejido. Y si arriba mi mayita era escandalosa, abajo no se quedaba atrás. Por delante un pequeño triangulito cubría apenas mi rajita y detrás un grueso cordón se enterraba en mis nalgas. 
    Cuando salía del agua, el tejido de hilo que seco se adhería al cuerpo, mojado me dejaba como desnuda. 
    Tan provocativa era mi mallita y tan buena quedaba yo con ella, que ...
    ... una de mis amigas (muerta de envidia) me dijo... “sos una calienta braguetas” 
    Hicimos dedo unos minutos y nos fuimos a Punta Ballena. 
    Unas horas de sol tirada en la arena, bañándome cada poco rato para luego, bien mojada salir a caminar, o a levantar algún machito. 
    Sin imaginar lo que disfrutaría después, disfrute la tarde a full. 
    En la tardecita salimos a la ruta y otra vez hicimos dedo para volver. 
    Nos paró bruto Mercedes me arrimé, el conductor era un tipo de unos cuarenta años con una pinta bárbara, y a la vez que se ofrecía a llevarnos me hacía discretas señas para que me sentara adelante. 
    Aquel interés que el tipo mostró cancheramente para que fuera junto a él, me provocó unos chuchitos de excitación. 
    Fantasías de guacha pensé. 
    Trepándome sin más preámbulos me estire en la lujosa butaca delantera mientras mis amigas se acomodaron atrás. 
    Llevábamos unos pocos minutos de viaje cuando percibí unos movimientos del tipo. 
    Miré de reojo y me llevé una sorpresa de novela. El loco había sacado la pija para afuera y no solo la tenía bien dura, sino que yo nunca había visto, ni he vuelto a ver en mi agitada vida sexual, una verga de ese tamaño. 
    No pude evitar que mi asombro fuera evidente, imagino que mis ojos deben haberse abierto exageradamente porque el tipo me miró con una sonrisa sobradora, y bajando la mirada me hizo un gesto invitándome a mirarla nuevamente. 
    A partir de ahí, entré como en trance, hacia adelante miraba muy de vez en cuando. 
    No podía ...
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