1. POR GUACHA Y POR PUTA ME HICE ROMPER EL CULO


    Fecha: 22/02/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: NOELIA, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... dije dale hacerme acabar por la concha también. 
    Métemela toda, dale papito dame bomba. Nunca había estado tan pero tan caliente. Nunca había hablado de ésa manera tan puta usando palabras que nunca usaba. Me sentía tan puta que le empecé a decir cosas que no hubiera creído que fuera a decir. 
    Le decía garcháme la concha, cógeme bien cogida y no sé cómo se me salió decirle... que si me la garchaba bien y no se acababa le iba a dar el culo otra vez. 
    Hasta hoy mantengo que mi inolvidable vergudo era un buen tipo, al verme tan absolutamente regalada, me dijo que no. Que había que parar. 
    Que en una media hora vendrian unos amigos, que ya habíamos pasado un buen rato. 
    Me fui a bañar bastante resentida no podía creerlo pero yo quería seguir cogiendo con aquel tripón de verga que tenía el tipo. Pero me hizo bañar y me despidió, para esperar a sus amigos. Eso desde hace tiempo, no me pasa, sencillamente me hago garchar tambien por sus amigos.
    Bajé en el ascensor hasta el garaje y tomé el otro subiendo a nuestro apartamento. Por suerte cuando entré vi que mis viejos no estaban así que pude relajarme tranquila tirada en la cama. El culo me ardía lo sentía raro, no sabía cómo estaba. Me levanté y fui en busca de un espejo y me metí en el baño. Con un poco de trabajo al final logré ver a mi culito y quedé asombrada estaba tan desjaretado. Nunca había tenido tan grande el agujero. 
    Como no me iba a arder, si me lo desarmó a guasca.  Pero como se la había gozado.
    Grabada a ...
    ... pijazos tenía en mi recuerdo la imagen de la verga que me había garchado.
    Nunca olvidaría aquellos huevos rebotando en mis nalgas, la mejor prueba de que me la enterraba hasta el fondo y que mi ojete se la comía toda. 
    De nuevo mi mente recreaba la imagen de aquél pijon y mi cuerpo se estremecía todo al recordar su tamaño, el culo hacía pucheritos recordándose ensartado hasta el tronco de aquel tremendo pedazo. 
    Pensando, pensando ni me di cuenta, cuando quise acordar me estaba haciendo una paja y saben una cosa... no me estaba pajeando la concha... mi calentura era tanta que me estaba metiendo tres dedos en el culo y los estaba gozando a lo bicho. 
    A partir de ése día, mi culo comenzó a extrañar la verga. Dos por tres pensaba en salir y intentar que me levantara algun vergudo, para darle el orto. Apenitas me aguante con el carnicero al que hacía tiempo que lo tenía calado pues le había visto el bulto mas de una vez, casi, casi, me hago coger.
    Pero ya le había hecho demasiadas cagadas a mi novio, asi que me hacía unas brutales pajas.
    Dos meses después, ya no soportaba más, mi culo precisaba pija, asi que luego de suspender mis pajas tres o cuatro días, haciéndome la boba logre que mi novio me la metiera en el ojete. Y saben algo le di leche como loca, aquella pijita hizo gozar mucho a mi ojete. Claro ni hablar del tripón que me habia garchado, pero me alcanzó para aguantar un par de años hasta que un dia, delante de mi novio me le senté con el orto a una buena verga. 
    Eso ...
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