1. La reeducación de Areana (19)


    Fecha: 08/09/2017, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... alumna? Areana dudó un par de segundos y después respondió: -No, no, señora, estaba… estaba sola… -afirmó y fue en ese momento que Lucía levantó la mano. La docente lo advirtió y dijo: -Hable, Gutiérrez. Lucía se puso de pie junto al pupitre y disfrutando por adentro la crueldad que estaba a punto perpetrar dijo: -Ella estaba conmigo y dos compañeras más, Estévez y Díaz cuando cruzábamos el patio y no notamos nada raro, señora, no nos dijo que se sentía mal. Lo que dijo fue que enseguida volvía y se fue para el lado de la calle. Al oír semejante patraña Areana palideció y no logró superar un tartamudeo ininteligible cuando la profesora le exigió con tono duro: -Explique eso, Kauffman. Era tal impotencia que la esclavita sentía ante la sorpresiva infamia de Lucía que los ojos se le llenaron de lágrimas y sólo atinó a murmurar al cabo de unos segundos interminables: -Perdón, señora… -Vaya a sentarse, alumna, y cuando termine este primer día de clases véame en la sala de profesores. Tengo un mal informe sobre usted y acabo de comprobar la veracidad de esa documentación. Areana inició el camino hacia el pupitre que compartiría con Lucía, pero la voz de Godínez, sonando como una suerte de trueno la detuvo. ¡Dese vuelta, Kauffman! Areana giró sobre si misma y quedó esperando con la cabeza gacha, ese gesto que era ya un reflejo en ella desde que la señora Amalia la convirtiera en una esclava. ¡Venga para acá! –tronó la orden y allá fue la niña, que seguía sin poder controlar el ...
    ... temblor que la agitaba de pies a cabeza. -Aprenda lo que voy a decirle, alumna, porque no pienso repetirlo. Cuando yo doy una orden se me contesta sí, señora. ¿Está claro, Kauffman? -Sí, señora… -murmuró la esclavita, que ante la autoridad que mostraba la profesora sentía algo oscuro, algo similar a la excitación y que la agitaba por dentro en extraña connivencia con la angustia. La profesora, con sus modales autoritarios y su vos grave y dura, estaba conectándola irremediablemente con su esencia de esclava -Bien, vaya a sentarse. -Sí, señora… -repitió pensando en ese momento que era así como trataba a su Ama y entonces se estremeció. Godínez retomó la clase, tiza en mano ante el pizarrón y cuando Areana estuvo sentada junto a Lucía, ésta le murmuró pegando sus labios a la oreja de la esclavita: -Te citó en la sala de profesores… ¿No querrá cogerte?... –y se enderezó mientras ahogaba una risita burlona que acentuó la excitada humillación de Areana. Durante la clase de geografía, materia que a Lucía le resultaba aburridísima, Areana fue toqueteada a gusto en los muslos y la concha por su compañera de pupitre, que llegó a correrle la bombacha y a hurgarle el nidito con dos dedos mientras con el pulgar le estimulaba el clítoris. Lucía giró un poco la cabeza y les dijo por lo bajo a Rocío y a Guadalupe, ocupantes del pupitre de atrás: -La estoy masturbando… Ambas debieron ahogar con esfuerzo una exclamación de sorpresa y después las risitas nerviosas que las sacudía desde los hombros ...
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