1. Navidad


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vientre y, mi cara, chorreaba. Le obedecí, nos limpiamos y yo me encargué de repasar su picha que estaba ahora floja y descansada, al revés que la mía que se encontraba aún a cien. De una forma un poco brusca, retiró mis manos y la toalla de su rabo. Volví nuevamente a acariciar sus pectorales y también me retiró las manos. Me puse de pié, acerqué un poco mi polla a su boca y el tío me soltó: - Tío, no ves que me he corrido. Ahora no me apetece. Anda dé - jalo y ya lo haremos otro día. A mi no se me ocurrió otra cosa más que agarrarlo por el cogote como él había hecho conmigo e intentar metérsela en la boca, ya que de lo contrario me iba a explotar. El pavo me soltó un galleto que caí al suelo. Por fortuna no me dió en la cara, ya que sino, habría tenido que dar más de una explicación. Cabreado, Míguel se levantó cojeando y me gritó: - Eres patético, me oyes. Eres patético como todas las mamonas ! - No te quiero ni ver, ábrete de una puta vez ! Cojeando, en bolas, me obligó a vestirme y a empujones me puso en la puta calle. Estaba totalmente destrempado, humillado y con un dolor de cojo- nes irresistible. Bonito estreno !!!. Al día siguiente me levanté tope de tarde y con cara de perro. Aún no había olvidado la humillación que había supuesto mi es- treno. Pasé el día casi sin hablar con mi vieja hasta que llegó la noche y decidí salir. Por supuesto, al bareto aquel de mierda yo no volvía. Para encontrarme con el hijodeputa aquel. Ojalá se hubiese roto el rabo en lugar de ...
    ... la rótula !. (Aunque he de reconocer que estaba buenísimo y que, comerse un rabo, tampoco es tan difícil, sobretodo si no tienes a un joputa delante...) No, no iba a ir al segundo bareto, seguro que no, cuando me en contre abriendo la puerta del mismo... Mi primera reacción fué la del labavo y, como un autómata fuí hacia allí, aunque sin ganas de verle. Jo !. Es que acaso meábamos sincronizados. Justo a la entrada, donde mis pasos me habían conducido, allí estaba él, que vol - vió a pedirme apoyo para su brazo. En el otro lado de la L, había un pavo. Total éramos 3 perso - nas. El se acerco aún más, a mi oido y me susurró: - Perdona, ayer iba muy pasado de vueltas. Demasiada bebida , pero hoy no será igual. Yo sé que tú eres novatillo, no ? , y no te mereces un estreno así. Tío ha de ser tú noche y la mía, pero sobretodo tu noche. Me dejas que te lo demuestre ? Del primer codazo que le dí, un poco más y se va al suelo, pero él insistió y me dijo que su reacción habría sido la misma, pe- ro había que dar paso al cerebro... Como un perro, como un puto perro, le seguí, pero pensando que, una segunda humillación, no cabía en mi. Palabra !. Qué equivocado andaba... Me hallaba ante un pavo distinto. So- lo entrar en la casa, sus labios se dirigieron a los míos. Em- pezó a besarme, algo brutalmente, eso sí, pero creo que es la forma de ser suya y me pidió le ayudase a desnudarse. El por su parte, lo intento conmigo, aunque yo le dije que me dejase hacerlo a mi sólo. Me llevó a una ...