1. Navidad


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... habitación con una cama de matrimonio y, apoyado en mi se tumbó. Me dijo que yo también lo hiciera. Se apoyó sobre su pierna chunga y me empezó a morrear. Su sali va sabía tope de bien. Una vez más repitió que esta noche iba a ser distinta. Su saliva era caliente, muy suave y más buena que ninguna otra bebida. Jo, cómo me gustaba. Ahora fué él quien magreaba mis pezones. Guau !. Me cogió por la cintura, me levantó y se puso mi rabo ante su boca. Empezó a CHUPARMELA !!!. Se la saqué rápidamente, ya que si no... Volvió a cogerme y me giró hacia abajo. Tenía tanta fuerza que me movía como una caña. Nos metimos las pollas en la boca, que diferencia con la anterior noche. El se la sacó y empezó a chuparme los cojones, yo le imitaba , luego se dirigió a mi culo, yo al suyo. Uhmmm, qué bien sabía . Su dedo empezó a hurgar hasta hacerme daño. Acojonado, tras la experiencia de la noche anterior, le dije que parara y lo hizo en el acto. Joer, Vaya cambio... Empezamos a chupárnosla en serio. Yo le repetí lo de que no se corriese en la boca. El asintió con un "Vale". Yo podía con me- dia polla de la suya, él, a pesar de mis 21 cms. se la tragaba entera. De pronto, empezó a farfullar, "Córrete, córrete". Jo ! No me faltaban ganas. El retiró su rabo de mi boca y empezó a lapar como un loco. Yo quise retirar el mío, pero no me dejó. Mi polla empezó a trallar y él tragaba todo lo soltable. Joder! Entre gruñidos le oí decir "Más, más". Al fin terminamos, pero eso fué la primera parte, ya que ...
    ... entre aquella hora y media, nuestro instinto bestial nos llevó a ha - cerlo un par de veces más. Serían cerca de las cinco y media cuando Míguel me despertó. Me pidió si lo había pasado bien, Asentí y me invitó a vestirme, a causa de la problable llegada de sus primos. Lo hice. El se envolvió en una toalla. Me acompañço hasta la puerta y una vez allí, me volvió a morrear. Jopé, otra vez em - palmado !. Arrimó su pollón al mío y echo sobre sus dedos un salivazo. Me- tió su mano por la parte de atrás de mis tejanos y humedeció mi culo. Volvió a besarme, volvió a mojar sus dedos, volvió a sukar mi culo y me metió la yema de su dedo medio. (He de decir que tenía unos dedos enormísimos). Otro morreo, otro lapo y ahora era medio dedo el que me penetra ba. Joder, dolía demasiado !. Esta vez no fué un beso, fué un magreo, fué un recorrido de su lengua por todo mi cuerpo y, sin darme apenas cuenta, me metió TODO su dedo medio en el culo. Noté cómo se retiraba. Su toalla cayó al suelo, se giró y tralló todo lo que pudo y más... El suelo había quedado impresentable y mis huevos incontenibles, pero mi picha no levantaba vuelo... Le aparté, dolido. Le besé. Me besó y me dijo: "Lo quiero !". Al llegar a casa, me fuí en silencio al piso de arriba. Por el camino me había parecido que la saliva de Míguel me empapaba el culo, por lo que decidí remeterme los gallumbos entre las nalgas. Al llegar al meo del primer piso, me empeloté y ví que mis gallumbos, por la parte de atrás, estaban llenos de ...