1. CHUPADITAS


    Fecha: 04/07/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Alejandrogusta, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... noche?
    
    Di otro trago a la botella y encendí un cigarrillo, nunca en mi vida había estado tan cómodo, tan relajado, más que una mamada era como si mi nena me estuviera dando un cálido masaje con la boquita.
    
    
    Ya llevábamos más de una hora así, nunca nadie me la había mamado tanto tiempo, cualquier mujer ya se habría cansado…pero no mi bebe
    
    ¡Dios mío! ¡Casi 2 horas, esto es increíble!
    
    Las succiones de mi nena eran tan suaves, tan sutiles, que aunque eran muy ricas, no eran suficientes como para hacerme venir, por eso yo también estaba aguantando como campeón de esta mamada maratónica.
    
    
    -Me matas, mi amor, me matas, llevábamos 3 horas de mamada, y para mí, ya empezaba a parecer una tortura, era delicioso, pero quería venirme, lo necesitaba.
    
    Tuve que ayudarle, mientras ella se encargaba de succionar la cabeza, yo me dedique a pajear el tronco y con eso al fin tras la mamada más larga de mi vida mi semen salió disparado.
    
    Me costó horrores no convulsionarme del placer recibido, mi mente se nublo, tanto que no atine a sacarle la verga de la boca a mi pequeña bebe, por lo que todo el semen se quedó dentro de ella.
    
    Pero para mi sorpresa ni se inmuto, solo se revolvió un poco en la cama, trago mi leche y se quedó quieta…pero no dejo de succionar.
    
    
    La deje continuar otros 15 minutos y ella no parecía detenerse, pero yo estaba agotado, saque mi verga de su boquita, le metí un dedo y así los dos dormimos.
    
    Pese a todo el remordimiento, dormí como ...
    ... bebe.
    
    Pero a la mañana siguiente no podía con migo, incluso pensé en el suicidio, era imperdonable lo que había hecho.
    
    Aunque Cintia actuaba con total normalidad, yo no podía más, estaba desesperado. Varias veces me tuve que encerrar en el baño del trabajo para llorar. Solo me quedaba el consuelo de que como mi pequeña estuvo dormida, no se hubiera enterado de nada.
    
    Pero al siguiente fin de semana, después de desayunar, Cintia bajo al piso a jugar con unas muñecas, mientras que yo tomaba una taza de café en la mesa.
    
    No supe en qué momento mi hijita se metió bajo la mesa, solo sentí sus manitas metiéndose en las mangas de mi bóxer para agarrar mi verga.
    
    -Sí, quiero más chupete de papi.
    
    No había marcha atrás, mi nena y yo habíamos iniciado algo que no se podía detener.
    
    La boquita de mi bebe iniciaba una gran aventura llena de chupaditas.
    
    Hace ya unos años, cuatro, que mi hijita me mama la verga y es incansable. Esto sucede cada noche. No sé lo que pueda ocurrir en adelante. 
    Hoy mientras nos duchábamos me pidió que le revisara el chochito porque dice que le pica mucho. Lo hice cuando fuimos a la cama.
    Se acostó de espaldas y le separé las piernas. Le abrí los labios y le miré. No tenía nada a simple vista pero al tocarle el botoncito se estremeció y cerró los ojitos. Sentí como corriente eléctrica atravesando mi cuerpo y mi pija se puso dura al instante. Acerqué mi boca y lamí y chupé toda la vaginita de mi nenita y llegué con mi lengua hasta el anito que se ...
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