1. LOS MUCHACHOS DE MI BARRIO 3


    Fecha: 06/07/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Alejandrogusta, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... que el Bolita le decían así porque a pesar de su estatura ya tenia 18 años y la pija tan grande como mi hermano.
    Era bien peludo.
    tenia unos centímetros mas de estatura que yo, y la forma del cuerpo de un hombre en chiquito.
    Sentí ganas de tocarsela…
    -¿Querés que juguemos una luchita Chochi?.
    -Dale…
    -Sacate la ropa y vení…
    Mientras me desnudaba vi que se le había parado y estaba en todo su esplendor.
    Vista desde mi posición se veía que en el tronco era bien gruesa y tenia venas bien gruesas y visibles.
    Le mediria como 20 cm y era bien cabezona.
    Me desnudé y me subí a la cama y comenzamos.
    Al ratito ya me tenía boca abajo y con su pija dura puerteandome en el upite.
    Me quise resistir cuando sentí que la cabeza me entraba….
    -No, Bolita, no
    -Ya entró Chochi.
    aflojate y no te va a doler.
    -No,no – me hacia el dificil.
    -Nadie se va a enterar Chochi. Yo no voy a decir nada te lo prometo.
    Yo me resistía pero ya no habia retorno.
    Estaba hasta los pelos
    La habitación del Bolita tenía una cama amplia una mesita de noche, una mesa escritorio, una silla y un ropero enorme de cuatro puertas que tenía en cada una un espejo a todo lo largo y ancho.
    Recuerdo que haciéndome el difícil giré mi cabeza y me encontré a mi mismo, mi cara, saliendo de abajo del Bolita.
    Esa visión me produjo un shock.
    Sobre mí, que estaba con las piernas separadas, estaba el peludo cuerpo del Bolita.
    Era chiquito de estatura pero su cuerpo tenía las formas de un hombre.
    Muslos bien ...
    ... formados, nalguitas pequeñas y muy peludas, torso bien armado por la gimnasia, pelos en la espalda.
    Habia metido sus brazos por debajo de mis axilas y con sus manos me tomaba de los hombros.
    Clavaba la punta de sus pies en la cama y bombeaba como los conejos, muy rápido y sin parar.
    Cuando sentía que llegaba su orgasmo se quedaba quieto hasta calmarse y volvía a empezar.
    A pesar de la velocidad del bombeo, no hacia daño y provocaba unas sensaciones placenteras incomparables.
    Cuando notó que me relajé y aflojé mi cuerpo, dijo…
    -Así, chiquito. Dame bien el potito. Paramelo, Chochi, ponelo bien paradito…
    -Bolita no vayas a decir nada sino mi viejo me mata…
    -No papá. Nadie sabrá de esto Chochi…
    Me quedé con la cabeza vuelta hacia los espejos mirando el trabajo del Bolita sin decirle nada.
    No sé cuánto tiempo estuvimos ahí pero cuando terminó dentro mío sentí cada chorro de su leche entrando.
    Además me gustó ver como apretaba sus nalgas mientras acababa.
    Cada día de esa semana, cada siesta, busqué alguna excusa para quedarme con el Bolita para que al final me invitara a ir a su casa, donde siempre me proponía…
    -¿Jugamos una luchita?.
    Y yo siempre aceptaba.
    Como al tercer día de luchas y cuando ya me tenía boca abajo y con su pene metido en mi culito le dije…
    -Bolita…
    -Que papá?.
    -Mirá tu ropero…
    -Guau… ¿Te gusta mirar?.
    -Si…
    -¿Querés ver como te entra en el culito?
    -Dale…
    Desde ese día, cada vez que pude, me gustó mirarme en un espejo…
    Hace poco tiempo volví al ...
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