Mi Profesor del sexo - Relatos Eróticos

Mi Profesor del sexo

... porque sabía que ahora seguiría su pene. 
-Ya son dos dedos profe? No lo puedo creer! 
-Sí mi amor! Qué rico está tu culito! Quiero darte por aquí!.. 
-Pero tengo miedo. Me va a doler profesor. Mejor no. 
-Mira, lo haré muy despacio, te va a doler un poco, pero después te va a gustar. 
-No creo que quepa su verga profe. Mejor no. 
-Me dijiste que confiabas en mí. Soy tu profesor y sabes que te quiero mucho mi princesa. 
Además prometiste que ibas a hacer todo lo que yo dijera. 
Mientras hablaba seguía dilatando mi ano, acariciándome aquí y allá, y dando alguna nalgada. 
Me explicaba todo con mucha paciencia,  después me dijo que pensó que yo iba a gritar o a escaparme corriendo (y sí lo pensé). 
Me quise zafar pero me tomó del tobillo y me volteó quedando boca arriba. Sostuvo el otro tobillo y me abrió las piernas. Ví su verga brillosa por mis fluidos, cómo apuntaba a mi culito y sentía cuando empezaba a penetrarme lentamente. 
El dolor era mínimo, comparado con la gran exitación que sentía. 
Estaba nerviosa, algo asustada, pero muy feliz. 
Cuando se metió por completo, se quedó quieto un momento y luego empezó a moverse primero lento y luego rápido. No dejó de mirarme... Qué ojitos lindos! Y su sonrisa... Wow! 
Yo también le sonreía 
-Te dije que te iba a gustar princesa! Este culito también necesitaba a mi verga. Qué rica estás!
Aún me sorprendía del placer que sentía con esa verga ensartada en mi culo, y me dejaba llevar por la excitación... 
Él estimulaba mi gatito con su dedo y lo deslizaba por mi almeja, dándome más placer.
Se inclinaba para besar mis tetitas y todavía me dio otro par de nalgadas... 
Sacó su verga y me vació su leche encima. Nunca había sido tan feliz. 
Se acostó junto a mí y me dijo que ya era sólo para él. 
Me ayudó a limpiarme con una toalla y nos dimos un tierno abrazo piel a piel. 
Él fue mi primera ilusión, mi primera experiencia... Mi profesor en el amor. 
Vive en mi corazón desde entonces.