1. Don Alfredo 4


    Fecha: 07/10/2020, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Pedro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... flácida, ya fue sacando de a poco. René se sentó en uno de los cajones, yo lo observaba, estaba muy agitado pero con ganas de seguir. Me arrodille entre sus piernas, levante su pito negro, estaba con restos de semen, flacido como estaba lo puse en mi boca, lo empecé a saborear, lo apretaba con mi lengua a mi paladar, y jugaba con movimientos suaves. Al cabo de un rato, se le iba endureciendo y creciendo dentro de mi boca, mi pito también se iba poniendo duro, René gemía como si estuviera perdido en el limbo. Cuando la tuvo muy dura de vuelta, se la deje de chupar, me incorporé, y me senté a horcajadas sobre su falda, con mi hermano por mi espalda direcciones su poronga a mi cola, no necesito nada para entrar solamente desapareció en mi ser. Él me tomaba por mis glúteos con sus dos manos y yo lo abrazaba por su nuca besándolo sin parar, estaba cabalgando sobre ese pingo negro. Era hermoso es impresionante el despliegue que estábamos haciendo. Ambos parecíamos poseído por algún demonio, llevé mi mano a mí pito, mientras que mi macho no paraba de hacerme ...
    ... cabalgar. Nuestra locura era tal, que acabamos de una manera bestial ambos. Tres polvos cada uno!! De dónde salía tanta leche!!!yo me quedé sentado con su poronga en mi cola, con mi mentón descansando en su hombro y él en el mío, estábamos por demás de exhaustos. En un momento, se salió su pene flacido de mi cola, René abrió aún más sus piernas, me abrió bien mis nalgas para qué cayera toda la leche que había dentro mío. Mientras mi cola goteaba su néctar, René me preguntó, fue el viejo el que te cogió por primera vez no?? Yo sin sacar mi cara de su hombro, asentí con mi cabeza. Qué viejo hijo de mil putas!!! Dijo entre dientes indignadisimo. Me hice un poco para atrás, lo miré a los ojos, por que?? me querías desvirgar vos?? Le pregunté con tono  risueño. Y antes que me conteste, lo besé en los labios, le introduje mi lengua en su boca. Y a lo lejos escuchamos El ruido de un tractor, amo nos levantamos cómo resortes, acomodamos nuestras ropas, nos despedimos con un beso y cada uno salió para un lado distinto, no queríamos que alguien nos viera. Continuara 
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