1. Don Alfredo 7 final


    Fecha: 15/10/2020, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Pedro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    No podía creer lo que estaba viviendo, Don Alfredo me había venido a buscar para irnos de vacaciones, amigo momento poco hacer una mirada cómplice hacia mí, siempre me miraba con la ternura de un tío.se despidió de mi familia y me dijo mañana te espero dejaremos a la noche en micro porque mis hermanas ya están en mar del plata. Anoche no pude dormir, no me quería masturbar para reservarle toda la leche y la calentura a Don Alfredo. Ni me acordé de René, el sucio Carlos, mi José que había sido el que más placer me había dado de esas tres. Al otro día me levante, preparé el bolso, tratando de disimular ansiedad que tenía delante de mis padres.Qué bueno que te lleves también con tres viejos, me decía mi madre, Don Alfredo muy macanudo y sus hermanas también lo son, están siempre pendiente de lo que yo necesito, tratan de malcriarme constantemente, le decía yo a mi madre me entiendo le acerca de una situación que nunca existió. Me llevaron al pueblo tomé el tren, luego el otro, hasta que llegue a la estación de once. Ahí me tomé un taxi y llegué al departamento de Don Alfredo. Toqué timbre, y con una sonrisa entre lujurioso y radiante me estaba esperando ese hombre que había sido el primero mi vida. Tenemos media hora hasta que salgamos para estación de retiro, subi un ratito que terminó de acomodar el equipaje. Cuando entramos en el ascensor, yo, no aguanté más y me prendí el cuello de Don Alfredo, besándolo profundamente, en devolvía mis besos y no le alcanzaban sus manos para ...
    ... acariciarme y meterme mano en la cola. Al entrar a su departamento, lo primero que atiné hacer fue arrodillarme y desabrocharle su bragueta, necesitaba chupar y oler esa tremenda cosa que portaba Don Alfredo. Ataque al final tuve frente a mí ese semejante moustro que tanto me gustaba, lo masajeaba con las dos manos y lo apretaba con mis labios llevándolo desde el paladar hasta mi glotis. Te masajeaba los huevos, Don Alfredo estaba que explotaba y yo también. Por momento me paré, súbitamente baje mi pantalón hasta mis tobillos, le di la espalda poniéndome contra la pared, empine mi cola ofreciendosela. Don Alfredo dirigió su barra de carne, y poniéndose un poco de saliva en los dedos los pasó por mi agujero deseoso. Pasaba su semejante cabeza hasta que empezó a pegar pequeñas empujones haciendo presión y aflojando. Haciéndome desear, hasta que en un momento se decidió y la hundió casi hasta la mitad de un solo saque. Arrancó un alarido de mi garganta. Veía todas y cada una de las estrellas.y ahí Don Alfredo me tomo fuerte de las caderas y empezó el vaivén. Introduciendola hasta el fondo. Los dos estábamos en el mejor de los mundos. Por un momento Don Alfredo me gritó que ya no aguantaba más, sólo tuve que llevar mi mano a mi pene para masturbarlo, al instante explotamos los dos. Serían los estertores en mi cola, yo escurri todo lo que pude mi pija, Don Alfredo hacía lo propio con la suya en mi cola. Vamos a limpiar unos y vámonos que se nos hace tarde me dijo. Fuimos para el ...
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