PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte) - Relatos Eróticos

PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte)

... arrodillé a su lado diciéndole "Yo también quiero", mientras empezaba a comerle los huevos a Hans. Ahora veía de cerca como Jasón mamaba con los ojos cerrados, como en éxtasis, y empecé a lamerle la saliva que le caía por el cuello y la boca. Le aparté un segundo la cabeza y me metí de golpe la polla de Hans hasta el fondo. Llevo semanas comiéndosela y los dos sabemos lo que nos gusta, así que mi amante rubio me cogió la cabeza y empezó a follarme la boca con fuerza, hasta la asfixía y las lágrimas. Yo le sujetaba por el culo para que me apretara más fuerte mientras la asfixía momentánea me llevaba a la gloria. Y Jasón nos miraba atónito. No creo que hubiese imaginado nunca una cogida de boca tan cañera. En algunos momentos me la sacaba para tragar algo de aire, y Hans me escupía y me daba algún bofetón no muy fuerte mientras me decía lo tragón que era.

Atraje de nuevo a Jasón que estaba a escasos centímetros de mí, con cara de flipado, y empezamos a comerle la polla a Hans entre los dos, juntando nuestras lenguas y nuestras salivas. Extendí la mano hacia la verga de Jasón. Su pollita estaba bien erecta y goteando, por lo que no se la toqué demasiado para que no se corriera aún. Lo que hice fue levantarme y ponerle mi verga al lado de la de Hans, en la cara. Él, al principio, se quedó paralizado, así que le animé restregándosela por su cara llena ya de fluidos de los tres. Sin decir nada y mirándome a los ojos fijamente, abrió la boca, y yo se la metí lentamente, sin bajar ...

... la mirada, y empecé un mete y saca a la vez que le decía :
- "Toma, cabroncito, es lo que llevas esperando, comerte pollas, sentirla dentro de tí. Chúpala toda, hasta la base..."
Hans tenía su vergota junto a la mía, y Jasón, silencioso y obediente, empezó a alternar su mamada entre los dos, mientras Hans me tocaba y gemía diciendo a Jasón que lo hacía como un profesional, que eso era lo suyo y que volviera a su casa siempre que quisiera su biberón...

Los dos estábamos de rodillas en el suelo del baño y Jasón, a cuatro patas, se comía una polla mientras se restregaba la otra por la cara y empezaba a gemir. Me encantaba darle con la polla en la cara cuando el morrito tenía la de Hans en la boca, porque me miraba con unos ojos de vicio infinito que me ponía a mil. En una de esas ocasiones, me aparté de su boca y le rodeé hasta su culo sin que se diera apenas cuenta. Me agaché y empezé a lamerle el culo, metiendo suavemente la lengua. Fue la primera vez que Jasón decía algo además de un gemido, un "Ahhhh !" largo y grave, así que cogiéndole  de las caderas empecé a profundizar con mi lengua, y él empezó a mover su colita adelante y atrás.

Noté que Hans a su vez incrementaba el ritmo, así que me acerqué al lado de Jasón, a cuatro patas yo también, para ayudarle con su mamada mientras nos mirábamos mutuamente en el espejo de al lado, y así fue como Hans empezó a gemir y decir que nos iba llenar de leche a sus putitos de instituto, y entre lametones nuestros se corrió como ...