1. El reencuentro con Silvia


    Fecha: 10/12/2017, Categorías: Erotismo y Amor Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... es un diminuto bikini también color azul. Veo ya esa mancha de sus jugos vaginales y en mi bóxer tengo también evidente la humedad de mis secreciones seminales. Estamos excitados, pero Silvia me dirige a la cama, me remueve mi bóxer y antes de llegar al sexo oral me dice: Sabes, recuerdo que era grande, pero creo que hoy está más grande que cuando tenías 18 años. Creo que decía la verdad, recuerdo haber notado un mayor crecimiento después de los 18 y especialmente cuando comencé con la rutina de levantar pesas, de alguna manera creo que influyó en el grosor también. Silvia me hace un delicioso oral y se toma su tiempo lamiendo en su totalidad mi verga, pues hoy no hay prisas, le he prometido todo el día a ella. Me dio una rica mamada en mis huevos y muchas veces llegó con su lengua a mi ano. Yo le he correspondido con lo mismo, con un intenso masaje oral y también llego a lamer su rico culo y recuerdo esos gemidos y alaridos a sus 18 años. Ella me monta y al tomar mi verga para hundírsela en su caliente y húmedo vientre me dice: Que deliciosa verga tienes amorcito. Comenzó con un ritmo medio, que elevó en un minuto a uno más violento, mientras veía ese balanceo de sus ricas tetas, las cual tomó con sus manos, para que no la sacaran del ritmo emprendido. A los minutos toca el paraíso y gime de placer disfrutando un orgasmo. Puedo sentir su vientre como el fuego y más húmedo que antes, y se escucha ese chasquido, de mi pene entrando y saliendo de su deliciosa panocha, el ...
    ... golpeteo de sus nalgas contra mi pelvis es evidente, y el crujir de la cama lleva ese mismo ritmo, ese mismo compas del vaivén de las caderas de esta hermosa mujer. Me hace venir y ella lo sabe, y acelera el ritmo una vez más y goza ella, haciéndome gozar y me dice: Dame amorcito, dámela toda. – Yo solo gimo de placer. Nos reponemos de tal sacudida sexual dándonos una ducha y donde Silvia y yo nos seguimos acariciando nuestros cuerpo, y son poca las palabras, pues Silvia es incansable con sus apasionados besos y me remonto a eso años mozos, donde no nos cansábamos de besarnos. Soy yo quien la interrumpo: - ¿Sera que me volverás a dar ese culito? - ¡Mi amor, siempre ha sido tuyo, siempre será tuyo! Silvia a sabiendas que le romperé el culo, ella me lo lubrica con otra rica mamada, que me deja con tremenda erección y lista la pija para hundirla en el paraíso de su precioso ano. Yo al igual, le correspondo y le doy un masaje oral a su esfínter y le paso por minutos mi lengua por esta exquisita rajadura, que incluso Silvia ha comenzado a gemir y a jadear divinamente. Llega el momento y Silvia encorva su cuerpo con esa flexibilidad que descubrí desde los 18, y me deja el ojete apuntando al cielo de la habitación. Intuyo que no se quiere perder un milímetro de mi verga y en aquella posición, se la hundo delicadamente y es cuando Silvia exclama: Tony, que divina verga tienes… no sé cuántas veces la soñé, pero en la realidad, está más rica que lo que soñé… Amorcito que rico, nunca pensé ...
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