1. Mi debilidad por las maduras


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Hakan, Fuente: CuentoRelatos

    ... piernas abiertas y con las tetas al aire. —Mmmmmm pero mi hijo, eso está mal como me lo va a chupar, eso suena muy sucio. La llevé a la sala, donde hay un sillón con un gran respaldar y la senté allí, entonces me arrodillé frente a ella la cogí por las pantorrillas y la jalé hacia mí, quedando ella sentada en el filo del mueble, inmediatamente le levanté las piernas por lo que su cuerpo cayó hacia el respaldar del mueble, metí mis manos, acariciando sus muslos hasta llegar a su trusa, la cual retiré sin pausa y sin prisa, sosteniendo en lo alto sus piernas las abrí y me acerqué poco a poco a su conchita. —No mi hijo no lo haga, no me chupe la concha. No me la chuuuuu aaaaaay, aaaaaay mi bebeeee, que coooosas ricaaaas sabes hacerle tu a esta señoraaaa aaaay. Yo seguía chupando su concha, metía toda mi boca dentro de su concha, le metía la lengua hacia que mi lengua se deslice dentro de su concha ella me jalaba el cabello y abría cada vez más las piernas, estaba fuera de todo control, completamente entregada. —Mi hijoooo me corro me corro aaaaaahhhhhh!!! aaaaaaahhhhh!!! Ella quedó rendida, terminó derramando hartos juguitos desde dentro de su concha, que rico que la señora Silvia se haya corrido en mi boca, yo la dejé tranquila que descanse por un minuto, después empecé nuevamente a chuparle la concha, ella al principio me decía que parara pero luego me dijo que estaba bien. —Mi hijo, Ud. lo que quiere es vaciarse ¿verdad? —Bueno, la verdad me ha encantado que Ud. se corriese ...
    ... pero está claro que yo también quiero correrme, ¿Ud. quiere que yo me vacíe señora? —Claro que quiero, quiero que vacíes, pero no quiero que me cojas porque tu pene es demasiado grande y me vas a hacer daño. —Vamos a su cama señora Silvia, allí con paciencia me podrá hacer terminar. —Está bien, vamos a mi cuarto pero nada de trampas, a mí no me vas a coger con esa cosa tan grande que tienes allí, máximo le daré besitos. —Está bien, vamos a ver señora. Entramos al cuarto de la señora Silvia, cerramos la puerta y como dos salvajes nos comimos a besos, no podíamos con nuestro deseo, ella ya estaba súper caliente y yo ni que decir después de todo lo que había vivido esa noche. Me desvestí hasta quedar completamente desnudo, la tomé a ella, y le saqué una a una todas las prendas que tenía, ya estaba la señora Silvia completamente desnuda, no lo podía creer, nunca me imaginé que pudiese estar en esa situación con la señora Silvia, pensé que había perdido mucho tiempo al no habérmela cogido antes, pero las cosas son como son y hay que vivir el momento, su culo era tan grande como bello, suave, prieto, redondo, parado a pesar del paso de los años, estaba perfecta, ella se dejaba llevar, la eché en la cama y me acosté sobre ella, no intenté penetrarla, solo la besaba, la besé en la boca, la besé en el oído, le chupé el cuello –ella se derrite cuando le besan el cuello, descubrí que ese es su punto débil- sus senos también se los chupé, ella estaba súper excitada, bajé a su abdomen, le ...