1. Encuentro caliente


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Hetero Fantasías Eróticas Autor: Lolitassr, Fuente: CuentoRelatos

    ... labio al ver su pecho desnudo, él sonrió y me obligó a acercarme más a su cuerpo, mis manos fueron a parar a sus hombros y los apreté al mismo tiempo que él apretó mis nalgas. —Entonces mírame —nuestros ojos se encontraron y volví a ruborizarme haciendo que él sonría con suficiencia, sus manos volvieron a apretar mis nalgas y me pegó a su cuerpo por completo, rozó sus labios con mi mandíbula y me mordió levemente la piel. —Eso se siente rico —dije en voz baja y él, sin pensarlo, me mordió con mucha más fuerza en el hombro, provocándome un gemido fuerte. Me senté sobre sus piernas y sentí lo duro y grande que estaba su verga, desabotoné su pantalón y lo baje un poco para que él termine por sacárselo completamente. Apretaba sus brazos mientras él guiaba mi vaivén con sus manos en mi culo, adelante y atrás era el movimiento que mi pelvis hacía contra su verga dura. Mientras acariciaba sus brazos con mis manos me animé a bajar mi boca a su cuello, él lo estiró para darme más acceso; primero empecé a dejarle besos cortos en toda la piel, dejando brillo por donde pasaba; después mi lengua hacía caminos desde sus hombros al comienzo de su mandíbula, lamiendo todo el brillo y saboreando su piel; y por último, con mis manos sosteniendo su cara, succioné bien fuerte su cuello, produciéndole un gemido fuerte y que me dé una buena nalgada, haciéndome sacudir. Me sobó bien rico las nalgas y yo seguí con mi balada de gemidos bajos, mientras seguía moviéndome contra sus piernas y su ...
    ... bulto. Percibí cómo desabrochaba mi sostén y lo tiraba a algún lugar del cuarto, lamió uno de mis pezones rosas y sentí un escalofrío en el vientre, él lo percibió porque me dio un beso corto en la boca y, con ayuda de su mano, empezó a lamer sin prisa mi pezón que ya se estaba poniendo duro. Y así empezó a torturar mis tetas, me lamía los pezones, los chupaba con fuerza, mordía mis tetas y las sobaba con sus manos; cada cosa que hacía producía que me moje más de lo que ya estaba, mientras gemía y me movía con más presión sobre sus piernas. —Vení acá —me puso sobre la cama y se echó encima de mí, movía su verga contra mi vagina ya empapada y me besaba con ganas mientras mis manos le acariciaban la espalda. Bajó su boca a mi cuello otra vez y succionó con fuerza pero esa vez no gemí sino que grité muy fuerte por el éxtasis que llevaba acumulado y quería soltar. Con su sonrisa volvió a besarme y bajo su mano a mi vagina, pasó los dedos por encima de mi tanga blanca y gemí mientras temblaba por un escalofrío, por instinto mi mano bajó a su bóxer y apretó lo primero que encontró haciendo que él se muerda el labio. Me bajó de una las tiras de la tanga y me la sacó con urgencia, mientras yo seguía apretando lo que de seguro era su verga; él bajó su mano a mi húmedo centro y empezó a acariciar mi clítoris con uno de sus dedos, haciendo que me retuerza en la cama y suelte un gemido prolongado y fuerte. —¿Te gusta, nena? —me preguntó mientras me metía un dedo y empezaba a moverlo con ...
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