1. Goce profundo


    Fecha: 03/01/2018, Categorías: Anal Gays Primera Vez Autor: SirLawrence23, Fuente: xHamster

    ¿Quieres probar el goce profundo?Tu cuerpo está palpitando de deseo, noto tu ansiedad, que no es menor que la mía. Debo controlarme, necesito algo de cordura antes de que el instinto me obligue a abalanzarme sobre ti.El espectáculo de tus muslos abiertos, de tus nalgas abiertas por tus manos y el oscuro agujero de tu ano, contrayéndose y guiñándome su ojo ciego, hacen que me enardezca, me excite hasta casi olvidar la ternura. Algo en mí desea tomarte con violencia, sin miramientos. Quiere que te penetre sin más, hasta satisfacer salvajemente el deseo que dirige mi entrepierna, que levanta mi pene como el hocico de un depredador, buscando una presa, amenazando un estallido de violencia seguido de silencio y de olvido.Pero la suavidad de tus costados, la piel perlada de sudor de tu espalda, la mirada que me dirigen tus ojos entre el pelo desordenado, tu boca entreabierta, me dan la clave para que la cordura vuelva a mí. Me hace sentirte como compañero, no como el simple objeto de mi pasión. Y a la vez me desvela tu imagen de hombre anhelante, de hombre deseoso de ser amado.Te abrazo en el sofá. Te pegas a mis labios como si fuera el último acto que fueras a cometer en esta vida. Nuestras lenguas se enroscan y restallan, nuestras bocas buscan absorber al otro. Te tomo en mis brazos y te levanto, adelantando mi pelvis y pegando mi pene a tu vientre.Alzas las piernas y rodeas con ellas mi cintura, por encima de mis caderas. Siento la humedad y dureza de tu polla chocando con ...
    ... la mía. La bajo y resbala por el canal de tus nalgas sesteando entre ellas, quizás tocando levemente el botón oscuro de tu ano.Me muerdes en el hombro y clavas tus dientes sin piedad. Lo que normalmente sería una salvajada mi cuerpo lo analiza como una parte del ritual amatorio y, en vez de provocar un rechazo, reconozco la señal de la pasión que te embarga y me calienta aún más.Clavo mis dedos en tus nalgas y te alzo más arriba. Giro y camino por el salón llevándote como una pluma. En el pasillo, aplasto tu cuerpo contra la pared y mi pecho se funde con el tuyo, como si quisiera romper tus huesos. En realidad, lo que quiero es fundirme contigo, visceralmente, mi carne, mi piel, mi sexo, la miel de mis entrañas...Me muerdes otra vez y hasta me tiras del pelo en descontrolado frenesí. Recorres mi cuello con tus labios y buscas mi oreja. Siento tu respiración agitada y ronca. Separo tus nalgas. En mi mente imagino tu ano abriéndose como una flor en primavera, dejando escapar gotas de rocío, de ese lubricante que te he aplicado, que me hn ayudado a dilatarte con mis dedos.Me vuelve loco la imagen de tu culito. Te llevo por el pasillo, golpeándonos con las paredes, camino al dormitorio. La cama, grande, vacía, con la ropa desordenada, nos espera. Es la meta donde te voy a depositar.Te dejo caer en ella y el somier cruje por el impacto. De inmediato me tumbo sobre ti y busco tus labios, los muerdo, meto mi lengua en tu boca, repaso tus dientes, lamo la parte interior de tu labio ...
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