1. Mi sobrinita de 6 parte 4 (final


    Fecha: 07/01/2018, Categorías: Incesto Autor: GamFire, Fuente: SexoSinTabues

    ... clítoris a lo largo de mi pene, mientras que a mí me encantaba, pues quedaba apretado entre su vagina y mi abdomen. De vez en cuando daba empujones con la cabecita en su entrada o le separaba las nalgas con mis manos, acariciándole el anito y metiendo un dedo para dilatárselo hasta que se corrió, mientras yo le tapaba la boca para que no hiciera ningún ruido. Se recostó exhausta sobre mi pecho, pero yo aún no estaba listo, tenía planes para nosotros. La acosté y me puse de rodillas sobre la cama frente a ella llevando sus manos hacia mi pene, ella lo tomó y empezó a moverlo entre sus dos manos, lo hacía cada vez más rápido y yo yo sólo echaba mi cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación, cuando de pronto siento su boca en él. Empezó a chupármelo todo, le pasaba la lengua a lo largo y luego la movía velozmente en el pliegue de la cabecita para después metersela toda y seguir chupando, dando empujones de vez en cuando en la punta con su lengua. Yo estaba demasiado caliente, mis caderas comenzaron a moverse por instinto entrando y saliendo de su apretada boca hasta que me corrí soltando chorros de semen que ...
    ... gotearon hasta caer en su rostro. Nunca antes me había venido en su cara y menos estando dentro de su boca, pero como siempre, no se quitó. Se acostó y le quise corresponder. Separé sus rodillas abriéndole las piernas y metí mi rostro entre ellas, comencé a besar, a succionar su clítoris entre mis labios hasta que alcanzó otro orgasmo. Cuando terminamos la besé y hablé con ella, le dije lo mucho que la quería, lo mucho que me gustaba, pero que había cosas que lo hacían difícil. Ella me preguntó qué cosas, me dijo que quería que siguiéramos "siendo novios", pero yo había tomado una decisión por el bien de ambos. Todo lo que pude hacer fue prometerle que si cuando ella estuviese grande todavía quería algo entre nosotros, yo iba a ser el más feliz. Por suerte nunca nadie sospechó y hoy en día me quedo con el recuerdo, con las mejores pajas cada vez que revivo lo que pasamos y con la duda de cómo fui capaz de dejarme llevar así, sin pensar en más nada, pero la verdad es que al menos por mí, no me arrepiento, pues no he sentido mejor placer en mi vida que ese. Y lectores, muchas gracias por los comentarios. ¡Saludos a todos!. 
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