1. Mi diosa


    Fecha: 11/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Xeda, Fuente: SexoSinTabues

    ... cosas que me encantaría hacerla. Su casa era muy tradicional, no voy a describirla para no aburrir mucho al lector, se puede decir que tenia una decoración muy común. Nos sentamos en el sofá del salón, nos sirvió whisky a palo seco y fue cuando empezó lo bueno. A partir de aquí citaré cada una de sus palabras, ya que yo no podría contarlas mejor. Bebió un buen trago, me miró y me dijo: - ¿Te importa que me quite la ropa? Es que veras, aquí en mi casa suelo estar desnuda y me siento rara con ella puesta. En ese momento, debí de poner la cara de inútil más inútil de entre todos los inútiles. Después de mi momento de ausencia por embobamiento contesté: - Claro, es tu casa, no tienes que preguntarme, ponte cómoda. Se puso de pie y empezó a mostrarme poco a poco las perfectas proporciones que le había dado su bendita madre. Empezó por la camiseta y el sujetador, que dejo al descubierto sus, ahora confirmados, firmes, grandes y perfectamente colocados pechos. Sus pezones de color rosados hicieron que me pusiera algo nervioso. Sus aureolas tenían el tamaño perfecto y el pezón en si pedía a gritos que lo mordiera y pellizcase. No contenta con ofrecerme tan perfecta visión, se dio la vuelta y se quito la falda. Estaba de espaldas a mi, lo que me permitió poder analizar minuciosamente su trasero. ¿Como describiríais un culo grande a la vez que pequeño? Se puede decir que había donde agarrar a la vez que tenia el tamaño perfecto. Apenas me percaté del tanga cuando empezó a bajárselo a ...
    ... la vez que ella se iba agachando. Poco a poco iba asomando una vagina preciosa y se iba dejando ver su agujero del ano hasta que llego al suelo y lo tuve todo en primer plano. ¿Nervioso? Había tardado en coger el cojín más cercano para esconder el bulto que ahora se dejaba ver en mi pantalón. Se sentó a mi lado sonrió y me dijo: - ¿Que, te gusta mi cojín? Abrí la boca para contestar y no pude más que emitir un sonido de incredulidad. Ella prosiguió: - ¿Por que no te quitas tu también la ropa? Hace mucho calor. Si me quitaba la ropa lo mas fácil seria que la sacase un ojo con la erección tan bestia que tenía. Había que aprovechar, ¿no? ¿Cuantas veces nos vemos en situaciones así? Me quite la ropa sin dejar de tapar mi erecto y ya mojado pene. - Vamos, ¿crees que es el primer pene erecto que veo? Que en clase sea la mas callada no significa nada. Anda dame el cojín y déjame ver qué escondes. Me quitó el cojín de las manos y allí nos hallábamos, completamente desnudos y yo con el pene a punto de reventar. Ella me miró, se fijo en mi pene, tomo un largo trago de whisky, me sonrió y se arrodillo en frente de mi. Me agarró el pene con la mano y me dijo - ¿Sabes? Me encanta el sexo. Lo disfruto muchísimo, ya sea con hombres o mujeres, o incluso con los dos a la vez. He probado a hacer de todo y me encanta llevar la iniciativa. Esta noche eres mio y no te voy a soltar hasta que esté bien saciada. No me dio tiempo ni a emitir otro ruido de incredulidad. Empezó a chuparme el glande. El ...