1. Follado por el dueño del mesón


    Fecha: 12/01/2018, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    Ya en otra ocasión estuviera con el dueño del mesón O Cabazo. Pero en aquella ocasión, no pudo realizar lo que pretendía, que no era otra cosa que romperme el culo, y follarme bien follado. En aquella primera ocasión, mi culito no podía más, y aunque había insistido, y vuelto a insistir, mi negativa no dejaba lugar a dudas. Ni siquiera le realicé la mamada que me pedía le hiciera, al no dejar que me rompiera el culo. Es que sabía que si le hacía aquella mamada, luego iba ser más difícil negarse a que me follara. Así que en esta ocasión, al recordarme de él, se me ocurrió hacerle una visita, e intentar dejar lo que la vez anterior, le había negado. Cuando entré en el mesón; serían las 11:30 de la noche; había todavía clientes, así que situándome en la barra del mesón, me senté en un taburete, y le pedí una cerveza para beber. Tan pronto me vio, se debió empezar a recordar, ya que no me sacaba la vista de encima. A saber lo que le estaba pasando por la mente, y que pensamientos de mí, tendría, al recordar aquel día, que no pudo follarme. Estaba la televisión dando unos resúmenes del día, así que mirando para la misma, me dispuse a beber la cerveza que terminaba de servirme, y de paso ir ojeando la clientela que en ese momento había en el local. Entre las personas que allí había, pude ver otro muchacho de más o menos mi edad, que sabía que le gustaba el rabo igual que a mí. Es que en ciudades pequeñas, al final la gran mayoría nos conocemos, o al menos nos reconocemos. También ...
    ... él se me quedó mirando cuando había entrado. Como a la media hora, y después de ir marchando la mayor parte de la gente, me dispuse ir al baño, cuando justo al pasar a la altura del dueño del local, me pidió que no me marchase sin hablar con él. Salí del aseo, y volviendo a donde estaba sentado, miré como estaba saliendo el muchacho al que había reconocido nada más entrar. Ya no quedaba más que yo, un viejo, que parecía un vagabundo, y el dueño del mesón. Se acercó a junto mía, y después de entablar una pequeña charla; me preguntaba que hacía tiempo que no me había visto, etc. etc. etc. Al final me propuso follar con él, para así de paso, congraciarme con él, ya que la vez anterior, mi negativa a follar, le había dejado muy caliente y con muchas ganas de romper mi culito. ¿Me dejarás follarte esta vez? O eres un... Ya sabes, un calienta pollas de esos. No me quedaba otro remedio, que decirle que sí. Además a eso había venido, pero claro, él eso no lo sabía. Cuando le dije que sí, se dispuso a cerrar el local, todavía quedaba el viejo vagabundo, pero eso le dio igual. La verdad que era conocido, al menos ya le había visto durmiendo por los bancos de la zona; centro de la ciudad, y por el parque jardín, que hay en mi ciudad. Desde el mesón, había una puerta que daba acceso a la vivienda del dueño, la cual quedaba un piso arriba. Habló con migo pidiéndome que subiera y que le esperase arriba, mientras él terminaba de cerrar el negocio. Así lo hice. No tardó nada en aparecer, y ...
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