De acompañante terapéutico a acompañante sexual - Relatos Eróticos

De acompañante terapéutico a acompañante sexual

... coja, que no daba más; se saca el bóxer y se da vuelta mostrándome el culo, tenía agarrada mi pija y la llevó hasta su culo. Yo no daba más, en ese momento lo único que quería era sacarme la calentura. Él fue guiando mi pija con su mano hasta que empezó a entra en su culo. Hizo presión hasta que entro la cabeza de la pija, yo explotaba de calentura, su culo era bastante estrecho, corrió su culo para adelante, con llevo su mano a la boca, la ensalivó, se pasó los dedos por el culo y volvió a meterse la pija. Hacía presión hacia atrás hasta que entro un poco más de la mitad de la verga, yo sentía como le latía la pija, estaba re dura. Comenzó a moverse hacia adelante y hacia atrás, yo estaba quieto, cuando aceleró el ritmo, lo agarre de la cadera y empecé a bombear hasta que le entró toda, sentí un quejido de parte de él, me puso la mano en la panza y me empujaba hacia atrás; no daba más, pero no quería acabar. Ese culo estaba apretadito y calentito, cambiamos de posición, se puso en cuatro y yo lo bombeaba por atrás, se la metía hasta el fondo y él gemía cada vez más fuerte, hasta que le llené el culo de leche, me temblaban las piernas, pero deje la pija metida en su culo hasta que se bajó un poco. Salí de él, y le dije que no estaba bien lo que había pasado, por un lado sentía culpa, por otro estaba feliz del garche ...

... que había tenido. Él se acercó, me abrazo, al oído me dijo que había sido la mejor cogida que había tenido en su vida, que desde el primer día me había tenido ganas. Respondí su abrazo, el apretaba su cuerpo contra el mío y me agradecía por lo sucedido. Yo estaba contrariado y asustado, mi trabajo era acompañar al pibe, no cogérmelo, pero por otro lado hacía mucho tiempo que no me chupaban la pija de esa manera y tenía tan buena cogida. Nos dormimos en la misma cama y al otro día no levantamos a desayunar, él me pidió que nada cambiase en nuestra relación por lo que había pasado la noche anterior, que él no quería que dejase de trabajar porque le hacía mucho bien pasar tiempo conmigo. Continuamos cogiendo el resto de la semana que dormí en su casa, era genial, me peleé con mi novia de ese entonces, Cristian me volaba la cabeza y hacía rato que no sentía eso en una relación. Poco después, por indicación de la psicóloga deje de trabajar con él. Su adicción tenía que ver con su no asunción de su sexualidad, a él le gustaban los tipos, pero no podía definir su situación por miedo al rechazo de su familia. Aunque deje de trabajar con él y su familia, nos seguimos viendo por más de una año y cada tanto nos pegábamos una buena encamada. Tiempo después, se fue a vivir solo y nos pusimos de novios. Aún estamos juntos y felices.