1. La despedida final de las calles oscuras


    Fecha: 24/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... meterme dos o tres… hasta cuatro dedos juntos en mi entrada anal. Mi esfínter ya no se resistía más y yo podía sentir sus dedos entrando cada vez más a fondo.Me dolía mucho, a pesar de que sus dedos se deslizaban con relativa facilidad y casi sin resistencia.En un momento me mostró sonriendo cómo se lubricaba la mano entera y parte del brazo también. Entonces entendí por qué me había atado de pies y manos: iba a meterme hasta el brazo dentro de mi culo!!...No me dio tiempo a pensar; simplemente se apoyó con su cuerpo sobre mis caderas y comencé a sentir un dolor tremendo e intenso, mientras este hijo de puta metía toda su mano en mi canal rectal. No lo podía creer; de mis ojos saltaban lágrimas de dolor y gritaba con todos mis pulmones, pero era inútil, nadie podía oírme debatiéndome en esa situación…Me estaba matando el dolor y comencé a aullar y gritar todavía en un tono más alto. Pero el tipo tomó mi tanga desgarrada y me la hizo tragar. Dijo:“Un poco más, putita… esto te va a gustar después de todo…”Se dedicó un buen tiempo a romperme el culo con su brazo. Yo sentía su mano entera y sus dedos abriéndose como un abanico, raspándome y provocándome un dolor muy intenso. Al mismo tiempo, mi cuerpo pareció traicionarme, porque de repente experimenté un orgasmo brutalmente intenso, que recorrió todo mi cuerpo y me dejó temblando.El muy turro enseguida lo notó, al ver mi cuerpo temblando sin control y entonces largó una carcajada.“Viste, nena, al final te gustó que te rompiera ...
    ... bien ese culito redondo…”Mientras seguía metiendo su brazo, con la mano libre comenzó a hacerse una buena paja y a los cinco minutos aulló salvajemente y derramó toda su leche en mi espalda.Sacó su mano despacio, provocándome el peor de los dolores y se limpió todo el brazo con unos trapos, mirándome lloriquear en el piso.Luego se vistió, quitó mi tanga de mi boca y se la guardó en un bolsillo.Me levantó por los brazos, así casi desnuda como estaba y me tiró al medio de la calle por la puerta lateral. Enseguida encendió el motor y desapareció en la oscuridad.Me incorporé como pude y caminé hacia donde había dejado estacionado mi auto. La concha me titilaba y el culo me dolía muchísimo. Me costaba bastante caminar en forma derecha; cada tanto debía detenerme por el dolor muy intenso y punzante. Sentía esa mezcla de semen y vaselina deslizarse por mis muslos hasta mis pies.Cada vez que aceptaba entregar mi culo me lo maltrataban bastante,; pero esta vez realmente me lo habían dejado destrozado.Al llegar a mi casa fui directo al baño. Allí me desnudé y me miré en el espejo. Tenía moretones y manchas de semen en todo el cuerpo; pero lo peor, por supuesto era mi entrada anal. Estaba tan dilatada que realmente parecía que había un enorme agujero negro en ese lugar. No podía cerrar mis muslos sin que me doliera la cola…Probé meter cuatro dedos y entraron con facilidad; el ardor era insoportable. Pero mientras trataba de lidiar con ese dolor, recordaba el intenso orgasmo que había ...