1. Con un poco de imaginación


    Fecha: 14/09/2017, Categorías: Control Mental, Dominación Autor: Rhadler, Fuente: CuentoRelatos

    ... podía contener aquellos hermosos senos que se bamboleaban al ritmo del baile. Casi me moría ante el espectáculo que me estaba brindando Marta. Momentos después la falda ya estaba en el piso, revelándose un diminuto liguero blanco y unas diminutas pantaletas a juego. Sus medias cubrían sus gloriosos muslos, casi hasta llegar a las ingles. -Caramba Marta me sorprendes, -dije con cierta ironía-. Realmente quien viene a trabajar a un hospital en liguero. Ella seguía bailando de manera sensual, con la mirada fija en mi. Nuevamente sentí un pinchazo en la sien, y Marta detuvo su baile. Realmente no sé qué me pasa. Dijo sobresaltada. Yo no soy así, al menos no en el hospital. Siento mucha vergüenza, quisiera salir corriendo. Ante la posibilidad que se me escapara semejante manjar, proseguí con la segunda parte de mi experimento, el cual estaba saliendo a pedir de boca. De nuevo sentí el pinchazo en mi cabeza y Marta empezó a ponerse bastante colorada. -Realmente solo quería hacer mi trabajo y darte un baño de esponja -dijo Marta con una voz muy queda, como si hablara para sí misma-. Pero ahora… -¿Pero ahora qué? -dije yo mirándola con malicia. -Ahora quiero… No. Ahora necesito limpiarte, pero de otra forma. Y acto seguido sentí sus manos sobre mis huevos y buscando bajar mis calzoncillos. Marta se puso de rodillas y para mi gusto, empezó a chupar mi verga. Esta rápidamente se puso erecta en toda su extensión. Marta no dudo en recorrerla con su lengua arriba y abajo. Se colocó con ...
    ... las manos en el piso y sobre sus rodillas, quedando como una perrita mientras se metía en su boca mi trozo de carne. Con movimientos firmes de su cabeza recorría mi miembro hasta lo profundo de su garganta. Tal como le ordene mentalmente, Marta me miraba fijamente con sus ojos llenos de malicia y deseo. Sin duda lo estaba disfrutando, tanto o más que yo en ese momento. Su saliva corría por su quijada dejando gotas sobre el piso de aquel cutre baño de hospital. Sin perder tiempo comenzó a pajearme primero con una mano y luego con las dos. Su labial se había corrido por su boca y mejillas, dándole un aspecto un poco sucio, pero que a mí me venía a las mil maravillas. A ese ritmo no tardaría en correrme. En efecto, un chorro de semen lleno su boca y se dejó escurrir por sus mejillas hasta llegar al piso. Por lo visto, tenía mucha leche guardada esperando un momento como ese. Marta parpadeo como si despertara de un sueño. Se vio a sí misma con asombro mientras que balbuceaba buscando una explicación. -Yo no… no sé qué me sucede, no sé porque actué así, -dijo entre sollozos- Comprendí que, quizá por el placer que me dio con semejante orgasmo, había relajado mi control mental sobre ella. Ella miró con horror hasta donde pudo llegar con un paciente totalmente desconocido, y empezando a llorar, se quedó sentada en el piso, abrazando sus rodillas. -Esto está mal, no sé qué me pasa, no sé por qué hago esto -dijo- El llanto hacía su respiración entrecortada, mientras escondía su cara de ...