1. La noche que la hice mía


    Fecha: 15/09/2017, Categorías: Anal Fetichismo Primera Vez Autor: MrDeath36, Fuente: xHamster

    ... copas, pétalos de rosas rojas y blancas esparcidas por el suelo, y un regalo, una caja roja con líneas doradas en el mueble al lado de la cama.Las palabras sobraban, ella estaba visiblemente nerviosa o impaciente... Abrí la botella del vino y llené ambas copas hasta la mitad, le extendí una a ella y encendí un cigarrillo.- Y ese regalo? - preguntó -- Es para ti, pero todavía no lo puedes abrir.- Por qué no? Si es para mi …- Porque antes de dártelo me apetece otra cosa.Apagué mi cigarrillo, di un sorbo a la copa de vino, bajé la cremallera de mi pantalón y saqué mi miembro erecto apuntando hacia ella.No tuve que decir nada, ella se acercó a mi, tocó suavemente mi miembro con su mano derecha mientras posaba sus labios en los míos dulcemente. De la misma forma en la que se acercó a mis labios, despacio, bajó un poco para colocar mi miembro dentro de su boca, hizo un movimiento circular suave con la lengua para recorrer el grueso de mi virilidad, al llegar al punto de inicio ella terminó de colocar sus rodillas en la alfombra.Sus movimientos eran suaves pero rítmicos, engullía poco menos de la mitad y luego retrocedía una y otra vez. Aunado a este movimiento se encontraba otro, el de su lengua que jugaba con mi verga en su boca. Una sensación increíble en la calidad de su boca. Pasaron unos cuantos minutos. Tomé otro sorbo de vino y ella se levantó del suelo y bebió de mi copa. Ya puedo tener mi regalo? Preguntó. Todavía no.Me tomó de la mano y la dirigió a su entrepierna, a ...
    ... través de la fina tela de sus bragas podía sentir su humedad. Dirigió sus manos al lugar donde se encontraba el cierre de su vestido, lo bajó a la mitad y dejó que la gravedad se encargara de liberarla de aquél vestido negro que cayó a sus pies. Vestía ropa interior también negra, recorrí su cuerpo con la mirada y volví a encontrar aquel dije plateado de media luna entre sus pechos. La tomé por la cintura, bajé a su cadera y decidí despojarla de sus bragas.Ahora sólo tenía el brasier, sonreí al verla. Que hermosos pechos.Se encaminó a la cama, se recostó boca abajo y levantó su culito, hizo un par de movimientos juguetones de lado a lado en señal de que estaba invitado a penetrarla. Me acerqué hacia ella y empapé mi miembro con sus jugos producto de la excitación, una vez que estaba bien lubricado la penetré. Dejé ir toda mi verga dentro de su húmeda y apretada vagina. Se sentía muy bien. Comencé a follarla primero suavemente para que se acostumbrara al grosor de mi miembro, una vez que se veía más relajada comencé a embestirla fuertemente una y otra vez.Entrecerraba un poco sus ojos en señal de dolor y gozo y en cada embestida dejaba salir un casi inaudible gemido. Mientras seguía metiendo toda mi verga dentro de ella, estiró un poco su mano para alcanzar su regalo. Lo abrió. Era un dildo dorado, lo miró y vió su nombre grabado en él, giró rápidamente para hacer contacto visual conmigo y esta vez no me preguntó, “Ya es hora de usar mi regalo” me dijo. “Todavía no es tuyo”, le ...