1. Mi hija y el MSN - Parte 5


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Incesto Fantasías Eróticas Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... seno izquierdo y sentí sus palpitaciones aceleradas y la suavidad de la piel. Rocé suavemente sus pezones y sentí su dureza, lo que hizo que mi verga se pusiera aún más dura. Seguí acariciándola mientras contaba su historia. —Pues cuando le quise pagar al muchacho vi que no tenía dinero y me dijo que si de qué forma nos podríamos arreglar. Yo me puse un poco nerviosa pero al ver su insistencia, le dije que se llevara la pizza pero él me dijo que ya no se podía regresar porque se la cobrarían a él. —¿Y qué le dijiste? – Dije mientras cambiaba mi mano a la otra teta y acariciaba su pezón. Sentí cómo se estremecía mientras continuaba. —Pues es que ya no quise molestarte para llamarte de nuevo porque se lo ocupado que estás siempre así que le dije que se la iba a chupar y que ese iba a ser su pago. —¿Y acepto? – Pregunté haciéndome el sorprendido. —Apenas se lo había dicho cuando se bajó el pantalón y me mostró su pene. —Ve nomás. ¿Te excitaste? —¿Tú que crees? La tenía grande y gruesa. Le acaricie la cabecita con la lengua y en cuanto me la metí a la boca empezó a gemir. Sentí como se ponía dura dentro de mi boca y como la iba llenando con mi saliva caliente, y me dije, estoy comiéndome una verga. Como me gustaría que mi papi me viera”’ —Eso pensaste? —Si. Te hubiera gustado verme? —No lo sé —Dime… —No lo sé. Esto es confuso para mí. – Respondí. —Confuso pero la tienes bien parada. Eso quiere decir que te excita el pensarlo. —Tal vez. No admito nada —No tienes que hacerlo. ...
    ... Tu amiguito lo hace por ti. – Al hacer esto puso su mano en mi entrepierna y acarició mi pene. Yo, por instinto, acaricié ambos senos con las dos manos. En eso tenía razón. Estaba ardiendo. —Quieres que te la chupe como a el? —Sígueme platicando. – Dije con voz ronca. —Pues ya que estaba bien caliente, se quitó y me dijo que me quería hacer sexo oral el también. Como tu dices, no soy de palo, así que lo dejé… —¿Cómo ibas vestida? —Con la ropa que viste que traía puesta que está aquí en el baño. —¿Esa blusa diminuta? Ibas vestida como una putita. Y supongo que no traías ropa interior —Adivinaste papi. – Me bajó el short y me levantó la blusa y empezó a comerme las tetas. En cuanto sentí su boca succionándolos me empecé a mojar todita. El chico chupaba tetas de maravilla y no te platico cuando se bajó entre mis piernas y me empezó a comer el coñito. Ah, maravilloso, así como tú anoche. Me empezó a rozar el clítoris con sus dientes y empecé a gritar como una desesperada. Quería agarrarlo de los cabellos y que me metiera su lengua más adentro y entonces me vine, me arqueé ahí en la silla de la cocina y me estremecí, entonces me acostó en el suelo y me empezó a rozar la tripita con su cabeza toda mojada con mi saliva —Uff. Que imaginación tan asombrosa tienes. —Te incomoda? O te hubiera gustado verme? —Lo segundo.- Dije en un susurro. —Lo sabía. – Dijo triunfante levantándose y girando para verme de frente. – Te excita verme puteando. Admítelo. —Lo admito. ¿De acuerdo? ¿Qué pasó ...
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