1. Tras la violación de mi mujer


    Fecha: 07/02/2018, Categorías: Dominación Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedado con ellos mientras yo estaba trabajando pero al poder ir yo de espectador quedamos el sábado por la tarde. Siempre había tenido los encuentros en una casa a las afueras de un pueblo cercano y mi mujer me contó que siempre le habían llevado ellos en coche, pero esta vez nos dieron la dirección y fui yo quien llevó a mi esposa para entregársela. Por el camino ni siquiera hablábamos, yo estaba absorto meditando en cómo podía haber llegado a esa situación de estar llevando a mi esposa a un lugar para contemplar a unos macarras fuertes, sádicos y enormemente dotados follándosela y haciendo con ella lo que les viniera en ganas. Nada más llegar a la casa, los tres hombres, a los que reconocí de inmediato, se sonrieron al verme, uno de ellos me dijo “que tal, vemos que te han quedado ganas de ver como la putita de tu mujer disfruta con unos machos de verdad, pasa siéntate ahí en la alfombra y pon las manos detrás de la pata de esa mesa, que te voy a poner estas esposas”. Yo me quedé algo desconcertado pero obedecí, me senté en la alfombra y pasé mis brazos por detrás de la pata de una robusta mesa apoyando mi espalda contra ella, el tipo me puso las esposas bien apretadas, era imposible que yo me moviese de allí. “¿Estarás preparada?, porque hoy vamos a darle un espectáculo especial al cornudo de tu maridito”, le dijo uno de ellos a mi mujer. De golpe la rodearon entre los tres y mientras el más grande y fuerte la agarraba por el cuello y le daba dos guantazos en la cara los ...
    ... otros la desnudaron tirándole de las ropas con bastante violencia, las bragas y el sujetador se los quitaron a tirones y las bragas acabaron rotas, la cara de mi esposa se ponía de vez en cuando roja de los apretones de garganta que casi no le dejaban respirar. Una vez desnuda el bestia aquel le atragantó contra la pared y comenzó a darle tortas en los pechos, mi mujer lloraba y balbuceaba pidiéndole “por favor no, ahí no”, tras soltarlale dijeron que se agachase y mientras uno de ellos le metió la polla hasta la garganta mientras le tapaba la nariz, otro le acercó la mano hasta el culo y empezó a meterle primero uno, después dos, tres, hasta que intentó meterle cuatro dedos por el culo, ella empezó a gritar diciendo “¡tanto no!, ¡tanto no!, que con esto no puedo”. Uno de ellosdijo “a esta puta habrá que dejarla más dócil, agarradla fuerte”. Mientras uno de ellos la agarró de los brazos contra el suelo, otro le puso el pie desnudo sobre la cabeza presionándola también contra el suelo, el tercero cogió una fusta y le dio varios golpes en las nalgas poniéndoselas muy coloradas, he incluso al darle alguno de los latigazos le hizo algo de sangre, mi mujer se orinó encima. El que le dio con la fusta le gritó diciéndole que limpiase lo que había orinado en el suelo con la lengua, cosa que hizo sin rechistar, se puso a lamer el orine del suelo. Un momento después el mismo sádico acercó un pañuelo a la boca de mi esposa y le dijo que lo mordiese mientas le dilataba el culo, acercó de ...