1. Claudia, la azafata


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Transexuales Fantasías Eróticas Autor: lceman, Fuente: CuentoRelatos

    Esta es la historia de una fantasía hecha realidad, espero que disfrutéis tanto como yo lo hice. Había sido una semana agotadora, durante cinco días, de siete de la mañana hasta las tantas de la madrugada, exposiciones, charlas, relaciones públicas, apretones de manos, besos, saludos, almuerzos, cenas, copas con todo tipo de clientes, la feria había llegado a su fin y pasado mañana regresaríamos a casa cuando hubiésemos recogido todo el material de la promoción que habíamos realizado durante esos interminables días. Mis compañeros y yo nos habíamos empleado a fondo junto a las dos impresionantes azafatas que nos había enviado la agencia. Nos alojábamos todos en el mismo hotel y al regresar a cambiarnos para la cena decidí que no bajaría a cenar, me daría una ducha, me relajaría un poco viendo alguna película x del canal privado y a dormir. Mi compañero David se fue a cenar con Miguel, Juan y las chicas cuando yo me metía en la ducha. Al salir del cuarto de baño oí un ruido en la habitación de al lado que era la de las chicas y que comunicaba con la nuestra, yo pensaba que se habían ido así que decidí llamar para averiguar lo que sucedía. Llamé y la puerta se abrió, era Claudia, la impresionante morenaza que nos había estado ayudando esos días. -Pensaba que habías salido con estos a cenar, y me he asustado cuando he oído ruido en la habitación. -Pues no, ya ves que soy yo, me he quedado, tampoco me apetecía estar con Miguel, ya sabes lo que sucedió ayer, sigo un poco cabreada ...
    ... con él… -No se lo tengas en cuenta es un poco irascible y se cabrea enseguida, ya verás que pronto se le pasará, seguro que mañana te pide disculpas y tan amigos. Bueno te dejo me voy a comer un sándwich que he pedido al servicio de habitaciones y me voy a dormir. -Si quieres podías pasar aquí y cenamos juntos yo también he pedido algo. Yo no estaba seguro de admitir su invitación, estoy casado y amo a mi mujer y con lo impresionante que es Claudia, no estaba seguro de si podría reprimirme de intentar algo con ella. Es una mujer de 28 años, alta, delgada, muy guapa de cara y con un cuerpo escultural, grandes pechos, culo perfecto y largas piernas. Pero el caso es que ella insistió y accedí a cenar con ella. Yo solo llevaba puesto un tanga que me regaló mi mujer y una camiseta ajustada, así que le dije que me iba a poner algo más de ropa. Ella no me dejó y cogiéndome de la mano me dijo que daba igual, que así estaría más cómodo, yo no estaba tan seguro de ello, y que mientras ella se daba una ducha yo podía ir preparando la comida y las bebidas. Estuvimos toda la cena charlando y bebiendo, y cuando se nos acabó el vino sacó una botella de cava del minibar, yo ya me estaba empezando a animar y no puse ninguna pega, así con el vino, el cava y la presencia de una mujer tan hermosa la conversación empezó a derivar en el tema clave, el sexo. Que un hombre como yo, con treinta y tantos, tenía que ser un experto amante y que mi mujer tendría que estar muy contenta conmigo, que si una ...
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