1. Fui infiel en una comisaría


    Fecha: 13/02/2018, Categorías: Infidelidad Grandes Relatos, Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, he escrito un par de relatos identificándome como “Laura”, espero que los hayan leído porque ahora les quiero contar lo que me sucedió hace unos años a mi esposo y a mí. Les recuerdo que soy mendocina y nos conocimos con él cuando teníamos 18 años, ahora vamos por los 52. Me vuelvo a describir: 1,53 m, cuerpo bien conservado 86-63-95, piel trigueña, mis senos son medianos pero bastante firmes, no tengo rollos ni gorduras y mi cola, piernas y caderas pueden infartar a más de uno. Mi esposo de 1,70 m con algo de barriga, es muy bueno conmigo. En la cama no tengo frenos ya que soy multiorgásmica y muyyyy gritona. Con solo el mínimo pensamiento o mínima insinuación de sexo me excito de inmediato y cuando empiezo a hacer el amor no puedo parar porque siento como una fiebre que me invade haciendo que descargue mis orgasmos uno tras otro. Mi esposo es un amor y por supuesto soy su gran atracción sexual, la mayoría de las locuras que hacemos es porque yo lo arrastro y él se entusiasma y me sigue. Él no es hombre de ver páginas de sexo como estas, cosa que a mí por el contrario me encanta leer relatos y distintas vivencias que han tenido otras personas. Me siento totalmente confiada y sin prejuicios al escribir mis relatos porque estoy segura que nunca él los verá. Creo que tiene los atributos de todo marido cornudo y yo no puedo dejar de colaborar para que mantener esos atributos. Les contaré un hecho real que viví hace unos cinco años. Estábamos bailando en uno de los boliches ...
    ... que a menudo frecuentamos y los tragos, como siempre me descontrolaron. Le dije a mi esposo que quería hacer el amor allí mismo pero estábamos en un lugar, cerca de la pista de baile, muy transitado por las parejas y el me dijo que no podríamos hacerlo allí, que nos fueramos a casa o a un hotel. El había dejado el auto estacionado de punta, junto al camino en la banquina opuesta. Cuando nos subimos yo de inmediato me quité la ropa, quedándome totalmente desnuda. El cuidacoches se acercó y curioseaba un tanto sorprendido al recibir la propina de mi esposo que le dijo que nos quedaríamos un rato allí estacionados. Mi calentura era total, le pedí que deslizara el respaldo de la butaca, le saqué el pene y sin demora me monté sobre él comenzando a bombear con desesperación liberando dos orgasmos. No podía frenar la calentura que tenía cuando de pronto tres faros de enormes linternas iluminaron el interior del auto desde ambas ventanillas laterales y el parabrisas. Mi esposo pensó que era el cuidacoches, yo me cubrí como pude. Cuando bajó uno de los vidrios vio que se trataba de policías. Nos pidieron que bajáramos del auto, yo demoré algo en vestirme. Nos pidieron documentos y cuando les dijimos que éramos esposos, los tres policías comenzaron a reírse, diciendo que si no teníamos casa para ir a hacer esos espectáculos. Nos pidieron que los acompañáramos hasta la comisaría no muy lejos de allí, y ellos nos seguían con su móvil custodiándonos. Mi esposo despotricaba y me decía que ...
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