1. El taxista abusa de mi


    Fecha: 20/02/2018, Categorías: No Consentido Dominación Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos, les voy a relatar lo que me sucedió una noche camino a casa. Me describo para ustedes: soy una mujer de 40 años, morena clara, linda, ojos cafés y cabello largo color negro hasta media espalda, de complexión delgada pero con un trasero firme y redondeado. En esa ocasión anduve de fiesta con mis amigas en un bar, mi pareja no me acompañó ya que habíamos quedamos de salir por separado y vernos en casa para follar toda la madrugada. Cerca de las 2:00 am pedí un taxi por teléfono y confirmaron que tardaría 15 minutos en arribar por lo que pasé primero al tocador para alistarme. Estando ahí noté mi panty toda pegajosa por tantos fluidos que estuve soltando durante la velada al imaginarme cómo me cojearía mi hombre al llegar a casa. Estando sentada me toqué un poco los pechos, pellizqué los pezones levemente, incluso froté un poco mi clítoris. En eso sonó el claxon del taxi que ya estaba abajo esperando, por lo que me incorporé y salí presurosa a subirme al coche. El taxista me saludó al abordar la unidad, un señor maduro, mayor de 50 años, moreno, con el cabello canoso, fornido, de apariencia tosca y facciones cuadradas. Recién comenzó el viaje trató de entablar conversación conmigo, pero por los tragos yo solo contesté en monosílabos. Me miraba fijamente por el retrovisor, sus ojos se clavaron en mis pechos pues mi blusa tenía varios botones sin abrochar y se me veía un poco la teta salida. Yo cabeceaba y no podía mantener los ojos abiertos, así que ni cuenta me di ...
    ... cuando el taxista desvío su ruta hacia las afueras de la ciudad. Encontró un área retirada y donde nadie pasaría cerca y una vez estacionado el coche apagó las luces. Mientras yo yacía recostada sobre el asiento trasero él se bajó y abrió la puerta a mi derecha y estuvo ahí contemplando por unos instantes, quizá como decidiendo qué hacer. El desconocido comenzó a tocar mis pantorrillas y mis muslos, yo apenas y reaccionaba. Se fue por un instante hasta la cajuela y trajo consigo una pequeña mochila que puso junto a mi debajo del asiento por donde uno apoya los pies. Acto seguido desabotonó mi pantalón y de un fuerte movimiento me lo sacó casi hasta los tobillos, ahí fue cuando respingué y di un salto hasta quedar sentada, estaba confundida y desorientada. El hombre se abalanzó sobre mi tomándome de las muñecas y se subió encima aplastándome con su humanidad. Yo comencé a gritar e intenté patalear para quitármelo de encima pero era inútil ya que el tipo pesaba mucho, seguro más de 100 kg. Aquel hombre me comía el cuello como avorazado, me lamia, me mordisqueaba. Yo solo grité pidiendo ayuda, en cambio él se daba menudo festín conmigo, arrancó mi blusa y sacó mis tetas para comerlas también. Le supliqué que se detuviese, pero eso solo lo calentó más, sobretodo porque notó mis pezones poniéndose duros, de cierto modo comenzaba a gustarme. Le rogué para que me soltara, para que se bajara de encima, hasta le ofrecí dinero si me dejaba ir, el muy imbécil se reía burlonamente y me ...
«1234»