1. Tarde de pasión


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Grandes Relatos, Sexo con Maduras Autor: Jazmin911, Fuente: CuentoRelatos

    ... vestido. Esas palabras hicieron que me humedeciera al instante. La verdad, no tenía ganas de seguir con el trabajo, sino sentir la mano de Aníbal en todo mi cuerpo. Me relaje y apoye la espalda en la silla, provocando una pequeña apertura de piernas y libre acceso a mi vagina. Aníbal, entendió el mensaje y sus dedos recorrieron el elástico de mi tanga haciendo estremecer mi piel al ritmo de su paso. Cerré los ojos y empecé a disfrutar de ese festín, olvidando donde estaba. Sus movimientos eran lentos pero intensos. En un momento comencé a sentir su respiración más cercana a mi cuello, el cual empezó a besar. Eso produjo un pequeño gemido de mi parte y la penetración de un dedo en mi vagina y acariciando mi clítoris con su dedo gordo - Ay sí bonito, seguí así… -Suspire entre gemidos Esas palabras intensificaron los movimientos de su mano, provocándome un gran placer, al punto de casi llegar a un orgasmo delicioso. Pero en un momento de lucidez de su parte, me hace recordar que estamos en el trabajo al decirme - No podemos seguir esto acá, cualquiera nos puede ver. Esas palabras me volvieron a la triste realidad y asentí con la cabeza, sabiendo que la salida del trabajo no sería igual a la de todos los días… De común acuerdo quedamos que a la salida íbamos a ir a un hotel cercano para continuar lo que empezó en la oficina. Para no levantar sospechas, salí primero de la oficina y espere a unas cuadras que me pasara a buscar con el auto. Al llegar donde estaba, estaciona y ...
    ... detiene la marcha del auto. Subo y automáticamente nos besamos con pasión. Como lo suponía, tenía una gran experiencia en el tema. Con una mano me toma del cuello y la otra recorre todo mi cuerpo. Me dejo llevar por sus besos y la pasión del momento y acaricio su bulto, que ya estaba duro. Al sentirlo así, sentí un deseo muy fuerte de tenerlo entre mis brazos y sentirlo completamente mío… - Vamos… por favor –casi le suplique Arrancó el auto y como estaba pautado fuimos al hotel. Al ingresar a la habitación nuestros cuerpos se volvieron a encontrar con un beso intenso. Sus manos rodearon mi cintura y cadera, acercándome a él. Me moje de inmediato al sentir la dureza de su pene haciendo presión sobre mi pelvis. Nos fuimos desnudando mutuamente entre besos y gemidos. Sentía sus manos en todo mi cuerpo y eso elevaba mi excitación. Me toma de las caderas y me alza, rodeando con mis piernas su cintura llevándome así hasta de cama, donde me deja caer lentamente y el encima mío, quedando muy cerca nuestros sexos. Mi cuerpo se empezó a mover por instinto, haciendo que ese roce nos lleve a la locura. El encontró el ritmo y en la segunda embestida, sentí como me penetro. Arquee mi espalda de placer, alce un gran gemido mientras su boca devoraba uno de mis pechos. El movimiento siguió y sentía como iba abriendo paso mi vagina cada embestida, provocando un placer inigualable, al punto de provocarme un gran orgasmo. - Me encanta hacerte gozar, espere este momento mucho tiempo… me digo mientras ...