1. Rico trío con mi mujer y el vecino atleta


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... me excitaría mucho que algún vecino nos viera haciéndolo. Le decía que esa era mi fantasía. Y que hasta e imaginado que otro se la está cogiendo y que eso me excitaba mucho... Ella sólo reía y me besaba. En ocasiones me acariciaba la verga sobre las Bermudas. Y como ella llevaba un vestidito corto, muy fresco y holgado,yo aprovechaba para excitarla y meterme los dedos en su rica panochita. Al calor de las copas, mis palabras y mis manos se empezó a excitar cada vez más. Ya estaba lista. Empecé por quitarle su calzón. Me puse de rodillas para hacerle oral que tanto me gusta a ella y tanto placer me causa a mi. Beber sus jugos, lamer sus labios, succionar su clítoris y ahogarme entre sus piernas cálidas es lo mejor de todo. Siempre tengo que practicarle oral por casi media hora para que ella pierda la cabeza y me ruegue que se la meta. Y esta vez con alcohol de más que ha bebido, seguro aceptaría ser penetrada por Héctor sin problema. Mientras le seguía lamiendo su deliciosa concha ella estaba perdida de excitación. Escuché claramente que el el vecino iba llegando. Se acercaba trotando a su casa. Calculé que en más o menos 5 minutos estaría en la cocina tomando agua y desde ahí podría ver a la perfección a mi mujer a acostada sobre la mesa de mi jardín, con el vestido subido hasta el busto y yo con mi cara entre sus piernas dándole el mejor oral que le había dado hasta ahora. Me esmeraba y me excitaba más el hecho de que ya estábamos siendo observados. Vi de reojo y pude ver ...
    ... que no encendió la luz de la cocina pero si estaba de pie a la ventana, tratando de ocultarse tras la cortina y sin dejar de ver que ya había dejado yo de lamerle a mi mujer para que el desde donde estaba pudiera ver claramente la concha de mi mujer en todo su esplendor. Abierta de piernas, expuesta y caliente. Ella misma se empezó a masturbar con una mano y mientras yo me bajaba la bermuda y el bóxer hasta los tobillos para poner mi ya durísima verga en su boca para que me la mamara. Cosa que hizo sin perder tiempo. La visión que tenía Héctor era la mejor. Estaba a 5 metros de distancia de nosotros tras su ventana, la malla metálica que divide nuestros jardines no cubre nada en absoluto. Y la a luz del la lámpara de nuestro jardín ayudaba a facilitarle más la vista. Era un show para el sólo. Ya que las paredes laterales a nuestras casas eran muy altas y daban más privacidad. Mientras ella me mamaba deliciosamente la verga. Empecé a meterle los dedos en la vagina. La empecé a penetrar con 3 dedos a alta velocidad. Ella gemía como loca, pedía más y más. Yo veía en ocasiones hacia la ventana de los vecinos y Héctor se escondía para no ser visto. Estuve intentando en varias ocasiones mirar hacia dicha ventana hasta que al fin mi mirada se encontró con la de él. Moví mi cabeza como saludándolo, le cerré un ojo en signo de complicidad y con la otra mano le hice una señal para que se acercara. Tuve que hacerlo varias veces ya que no se animaba. Hasta qué al fin se movió de de la ...
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