1. Mi vecina Estela está muy buena


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Masturbación Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... había tomado. Dejé sus manos y le acaricié la cara y mecí sus cabellos hablándole siempre en voz baja y pausada para darle más tranquilidad.En eso estaba cuando me di cuenta que al dejarla acostada en el sillón se le había subido la pollera que llevaba y quedaron al descubierto sus piernas a la altura de sus nalgas. En esa posición se alcanzaba a ver parte de su entrepierna cubierta por una bikini color rosado y de cuyos bordes se escapaban unos pelos dorados enrulados. Esta visión trastornó mis actitudes y de un solícito enfermero pasé a convertirme en un vecino libidinoso.Liberado mi instinto y viendo que Estela estaba todavía en éxtasis, acerqué mi cara al lugar donde mi mirada había quedado fija y noté que la parte de la bikini que cubría su chocha estaba húmeda. Me acerqué mucho más cerca, de forma tal que pude oler su sexo a través de la braga y quedé embriagado con un delicioso olorcito a flujo vaginal que definitivamente despertó mi lujuria. Olfateaba cada vez más cerca atraído por ese perfume de hembra que me enervaba, al punto que mi verga ya estaba bien al palo.La ocasión pinta al ladrón dice el refrán y así tenía que ser. Decidí que me jugaría todo por el todo aprovechando la situación de aparente indefensión que tenía mi vecina. De las caricias inocentes pasé a darle besos suaves por toda su cara, cuello y oreja, sin recibir la más mínima muestra de desaprobación. Eso me alentó a seguir adelante con mis avances. Bajé mis manos a sus piernas desnudas y despacio ...
    ... y suavemente comencé a acariciarlas desde los tobillos subiendo muy despacio hacia la zona de la entrepierna. A medida que subía desde sus pies hacia los muslos empecé a percibir que la respiración de Estela se hacía más profunda y cada tanto dejaba salir de su boca un gemido tímido, como si se le hubiera escapado involuntariamente.Para mis adentros pensé que tal vez estaba dormida soñando, de allí esa reacción. Me dije que tenía que seguir adelante hasta que la situación se resolviera con una cachetada o con un polvo.La duda que tenía en ese momento era si Estela estaba consciente de mis movimientos y fingía estar dormida, o bien estaba realmente en un sueño. Había que resolver la incógnita. Para ello me decidí por repetir las caricias sobre sus piernas, pero con mis labios. Fui recorriendo cada centímetro de sus piernas en forma lenta y continua mientras Estela comenzaba a respirar cada vez más aceleradamente. Cuando llegué a su sexo observé que la bikini dejaba ver bien delineados sus labios mayores los que parecían haber crecido porque se marcaban netamente. Allí me detuve para pasar mi lengua repetidas veces, siempre sobre su braga, degustando el sabor y olor de sus flujos los que seguían fluyendo mojando totalmente la prenda en ese lugar. Estaba en la gloria porque realmente me gustaba el sabor de esa concha, lo encontraba fascinante y por esa razón me demoré largo rato saboreando mi objetivo. Con mis dientes mordí y tiré de sus pelitos en una actitud repentina lo que ...
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