1. Familia sin tabúes (Hernesto se folla a Pablo)


    Fecha: 28/02/2018, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... veces, y sin ningún éxito, averiguar si mi hijo y él habían follado. No se lo preguntaba directamente, pero sí muy sutilmente a ver si soltaba prenda, pero Luis nunca me lo confirmó y siempre cambiaba de tema. Pero aunque Pablo tenía esos aires de niñato machito, y de tío folla coños... en lo más hondo de mí sabía e intuía, que el hijo de mi amigo había probado más de una vez las habilidades sexuales de Luis. Y ahora volvamos al principio de la historia, y de cómo mi polla se encontraba dentro de la boca de Pablo recibiendo una buena mamada. Era sábado por la noche, había tenido un par de reuniones con clientes bastante tediosas, y decidí tomarme una copa en "Machos" un pub de chicos de compañía que conozco, y que de vez en cuando me gusta ir de caza. Cuando estoy estresado con algún caso me gusta hablar con alguien, y si de camino cae un polvo, mejor que mejor. Me pedí un ron cola y me senté en la barra, para echar un vistazo a ver quién había conocido. El pub en sí no es muy grande, conforme entras te encuentras con la barra, hay una pequeña pista de baile en medio que nadie usa, y al fondo varios reservados con poca luz para tener más intimidad. Después de unos minutos a que se acostumbrara mis ojos a la luz tenue del local, pude observar con grata sorpresa, que el chaval que estaba sentado en el reservado del fondo a la izquierda era mi deseado Pablo. Estaba hablando con un señor mayor de pelo canoso, y se podía apreciar desde donde yo estaba que lo hacían muy ...
    ... cariñosamente. ¿Era verdad... o mis ojos me estaban engañando y veían lo que yo quería ver?... Me acerqué despacio, disimuladamente como si me fuera a sentar en el reservado vacío que estaba al lado del de ellos, y cuanto más me acercaba, más rápido y fuerte me latía el corazón al descubrir que era él... mi Pablo. En esos instantes mi mente era un hervidero de preguntas, y todas sin respuestas, pero aun así me las hacía sin remedio. ¿Por qué estaba en un pub de chaperos con aquél viejo?... ¿Lo conocía y tan solo se estaban tomando una copa?... ¿O era verdad lo que tanto había imaginado en mi mente, y le iban los tíos?... ¿Habría quedado allí con aquél hombre para follarselo?... ¿Era Pablo un chapero que follaba por dinero?... Aunque jamás lo había visto por allí, pero también habría podido ir antes... o después... o los días que yo no iba... ¡Joder!... Me estaba matando todas esas dudas. Me senté a un metro escaso de él, y me quedé fijamente mirando todo lo que hacía. Pablo estaba con la espalda apoyada en el sillón, con sus piernas fibrosas bien abiertas, regalándole a los ojos del viejo una panorámica de todo su protuberante paquete, el cual no dejaba de sobarse y agarrarse con la mano. La mano del hombre canoso paseaba lentamente por su muslo derecho, hasta llegar a tocar levemente sus ingles, rozando sutilmente con las yemas de los dedos los pliegues del vaquero sobre su bulto, mientras él reía y le provocaba al viejo un buen calentón. La verdad es que el calentón me lo estaba ...
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