1. Familia sin tabúes (Hernesto se folla a Pablo)


    Fecha: 28/02/2018, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... saliva. Yo no apartaba la mirada de su cara, mientras me lamía el pollón como si fuera un helado... ¡Que guapo era joder!... con esa barba desaliñada de dos días, esos ojos azules grandes que no le cabían en la cara, con ese pelo negro azabache, y esos labios gruesos y carnosos... que ya habían apresado fuertemente el tronco de mi polla, y bajaban y subían a un ritmo frenético. ¡Que placer!... Que mamada me estaba haciendo en la polla mi Pablo... mi niño. Se la tragaba entera hasta que su nariz tocaba los pelillos de mi pubis, notando como aspiraba el olor de mi sexo, y sintiendo su barbilla presionando fuerte mis huevos. Me tenía loco de placer el niñato, me sacaba los gemidos de la boca sin control alguno, y de vez en cuando tenía que pararle la cabeza, y llevar su boca hasta la mía para besarle por miedo a correrme enseguida. Sacó un condón de uno de los bolsillos del vaquero, que ya se había quitado anteriormente y que estaban tirados en el suelo, y me lo puso con la boca en la polla, mientras resbalaba el látex con los dientes por todo mi venoso tronco. Se subió al sofá poniendo los pies a cada lado de mis caderas, tocándose la polla con la mano a dos palmos de mi cara, regalándole a mis ojos una maravillosa visión, y escuchando sutilmente el sonido que hacía su piel cada vez que cubría el capullo. Pensaba que me iba a dar esa polla, quería chupársela entera, deseaba sentirla dentro de mi boca, saborearla, catar su saborcillo tan rico y poder degustarla de una puta vez. ...
    ... Pero no... Ese no era su plan... mi niño me dejó muy claro sin palabras que él decidía, y que llevaría en todo momento la iniciativa. Así que, cuando se cansó de enviciarme el cuerpo y de provocarme un calentón a más no poder, se fue inclinando muy despacio, poco a poco hasta que se ensartó mi pollón dentro del boquete de su culo. ¡Joder, que gustazo de culo!... Entró todo el tronco, entero, hasta que me hizo notar sus nalgas pegadas a mi escroto, rozando la bolsa de mis huevazos, que para entonces estaban gordotes, y repletos de esperma locos por salir. Comenzó a cabalgarme el cipote como un animal, mientras se aferraba con sus brazos a mi cuello y no dejaba de comerme la boca a besos. Era tanto el placer que me hacía sentir, que yo sabía que no iba a tardar mucho en correrme. Sentía en mi polla como le latía el ojete, mientras se la clavaba hasta el fondo del ano, al mismo tiempo que Pablo gemía y pegaba saltitos descontrolados. Qué fuerza imprimía el cabrón desde abajo, alzando el culo hermoso y los muslos metiéndole una clavada tras otra. Mientras tanto, el roce de la polla de Pablo contra mis abdominales, le estaban proporcionando un nutritivo y suave pajote, que acabó con un final inesperado e impactante para su tito. El cabrón se echó para atrás con todo mi pollón enterrado en su ano, y sin agarrarse la empinada polla comenzó a soltar chicates de semen a diestro y siniestro. Era un volcán imparable en erupción, los chorros de leche le llegaron hasta el pecho, la boca y ...
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