1. Mi primer trabajo


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Ella dejó el vestido sobre la silla y se acomodó tendida, algo incorporada, separó sus piernas a ambos lados y mi vista se clavó en ese momento en lo que guardaba en su entrepierna. A ambos lados de la braguita sobresalían los pliegues de su conchita. Aposenté sobre su abdomen la palma de mis manos húmedas por el sudor, y el calor de su cuerpo fue una auténtica transferencia. - ¿Te molesta algún punto de dónde te estoy tocando? - No, no, para nada Traté de palpar de forma profunda y superficial todo su abdomen, le interrogué si tenía molestias en las mamas y aproveché para palparlas también, rozando intencionadamente como quién no quiere hacerlo el índice por sus pezones para sacárselos y sentirlos duritos. Mi polla estaba a punto de estallar. - ¿Puedes tumbarte boca abajo por favor? - Claro Mi exploración había terminado, ahora me veía en la situación más crítica, tenía que lanzarme y no sabía cómo. No podía dejar de intentar algo, aquello prometía ser uno de los polvos que jamás olvidaría nunca. Lo mejor era no andarse por las ramas y pasara lo que pasara, a estas alturas de las circunstancias sobraban los pretextos y el arte de la seducción. Así me mojé el dedo índice en saliva y lo pasé por dentro de sus nalguitas, sentí como tuvo un leve estremecimiento, y comenzó con una risita provocativa. - jajajajajajaja-.¿qué haces? La volví boca arriba y me lancé sobre su cuerpo besando su boca, ella abarcó mi nuca y comenzó a acariciar mi cabeza. - Creí que no te ibas a atrever ...
    ... cariño -Me dijo- - Me tienes loco Luisa, quiero fornicar contigo hasta quedarme hecho polvo, Ella puso su dedo índice en mi boca y me insinuó que me callase mientras desabrochaba poco a poco mi camisa y hundía su barbilla en mi pecho buscando con sus labios mis pezones. Empezó a succionármelos mientras su mano, que descansaba en mi rodilla ascendía lentamente por mi muslo hasta mi bragueta. Facilité lo que intentaba y mi polla salió como liberada de una opresión. Comenzó a masajearla deslizando la piel atrás y a delante y yo sentía algo riquísimo que me llegaba de mis genitales a mi cerebro, pero mi obsesión en aquel momento era degustar su cuerpo, lamerlo, morderlo, succionarlo todo, así que inmovilicé su muñeca que había iniciado una masturbación deliciosa sobre mi polla, le saqué sus braguitas y me bajé a su pubis, recortadito, perfectamente triangularðhurgué con mis dedos entre sus vellos hasta tocar su rajita rosada, húmeda y caliente, bajé mis labios hasta allí y comencé con una suave presión de ellos contra aquella delicia. Una vez que tenía mis labios empapado de aquel jugo mi lengua salió entre ellos buscando avanzar hasta aquel huequito derretido de excitación y tras traerme con una suave presión sus pliegues carnosos y devorarlos con todo el inimaginable juego de tactos que se puede llevar a cabo entre dos mucosas, mi lengua entró en su coño. La sentí rodeada de la presión de sus paredes y me costaba mantenerla erguida, fuera, noté su clítoris tenso en la punta de mi ...
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