1. Nuestra soledad nos traiciona (1ª parte)


    Fecha: 06/03/2018, Categorías: Incesto Autor: stukka15, Fuente: CuentoRelatos

    ... nerviosa a Sandra quien enseguida entro al baño y tardo un poco. Luego salió y siguió con su buen humor. En otra ocasión, poco después de visitar a nuestros padres y de regreso en casa, me acompañó un fin de semana a ver una película al cine que resulto algo erótica pero con excelente trama. Me pareció común que mientras veíamos la película, Sandra fuera al baño un par de veces. La verdad yo no sospechaba nada pero pronto me sorprendería. Fuimos a cenar a un restaurante muy típico donde tocaba en vivo un grupo romántico, la invite a bailar para demostrarle cuanto había mejorado, pero para mi sorpresa no accedió, mostrándose incluso molesta y poco después irritable. Ignore lo sucedido pero una vez en casa, ya tranquila, le pregunte si la había molestado o incomodado en el restaurante. Sandra se puso muy seria y se sentó a mi lado, tardo en organizar sus ideas y luego me comento torpemente que eran cosas de mujeres. Descanse y asumí que era su periodo, algo con lo que yo no estaba nada familiarizado pero sin embargo, había oído sobre el tema más de una vez con mis empleados y clientes. Poco después, sucedió de nuevo y le comente que había medicamentos para controlar las molestias de su periodo. Para mi sorpresa, Sandra me miró y comento que no se trataba de su periodo. Me preocupe y asumí una enfermedad peligrosa. Seguí insistiendo para saber si padecía algún problema distinto del que tal vez quisiera hablarme o incluso convencerla de acudir con un especialista. Ella enmudeció ...
    ... y tardó casi una hora en ordenar sus ideas. Mientras yo evadía su lucha interna viendo un programa del cable, de reojo la miraba perturbada y dudosa. Finalmente me soltó el problema diciendo: ― No es la regla ni una enfermedad grave, es una especie de incontinencia. ― ¿Vejiga caída? Le pregunte apresurado. ― Algo más incómodo. Ahora era yo el que analizaba los comentarios y trataba en vano de adivinar el padecimiento cuando ella me aclaró que se trataba de un fuerte orgasmo. Enmudecí sin comprender en el momento lo que decía, para agregar: ― No entiendo Sandra, ¿Qué tiene que ver un orgasmo con lo que te ocurre? ― Tengo un problema de sensibilidad que me provoca fácilmente un orgasmo. ― ¿Cómo es eso? ― Sucede que la más mínima excitación acelera mi organismo y me produce un orgasmo que no puedo evitar. ― Perdóname si te pregunto, pero me preocupas. Te quiero mucho, trato de cuidarte y requiero saber para que juntos lo resolvamos. ― Lo sé solo que es muy vergonzoso para mí. ― Y ¿Cuál es el problema?, ¿te provoca dolor?, ¿algún malestar… ― No nada de eso, simplemente el fluido me incomoda, es como reglar a la menor excitación. Discutimos largo rato para tratar de entender el problema y tomar alguna decisión. Remembró la vez del baile en casa y el par de veces en el cine que fue al baño, además de otras ocasiones que no percibí, como un masaje de hombros que le aplique cierta vez que estaba muy tensa por un problema de falta de liquidez de uno de los negocios de ella, que poco ...
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