1. Alguna de nuestras fantasías sexuales cumplidas


    Fecha: 07/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuenta en recoger las migas sin apartar la vista de tu sexo, el cual ve por completo abierto con mi mano acariciándolo. Su mirar ya es descarado, ya no disimula. Tu abres más tus piernas dejándolo más al alcance de su vista. Tu sexo está empapado. Cuando se va, te comento como abriste tus piernas para dejarte ver mejor. Te pregunto si te puso cachonda el sentirte observada y me respondes preguntándome si a mi me ponía. Te digo que si, que me puse cachondo y me dices que tu también. Jamás dejarías que otro hombre te tocara, ni que te mirara estando sola. Pero allí, conmigo, acariciada por mí, el sentir su mirada clavada y notar el bulto que provocabas en su pantalón hizo que te excitaras aun más. Por eso habías abierto aun más las piernas ofreciéndole toda la vista. Me preguntaste si me parecía mal, y te dije que no, que a mí también me excitaba mucho la situación. ¿Hasta donde llegaríamos? ¿Qué pasaría? No pensábamos en ello, ni en las posibles reacciones del camarero, ni en nada, solo estábamos muy excitados, muy calientes, dejándonos llevar. Se tardan en traer el postre, seguro que están comentando. Seguro tus pezones marcados, tu sexo, son comentario en la cocina. Debe estar bien caliente esa cocina ahora. Es otro camarero el que trae el postre (seguro el quiere tener su ración). Clava sus ojos en tus pechos, en esos pezones marcados sobre la blusa, y de reojo baja la vista intentando ver algo. Ante ese gesto, calientes como estamos, decidimos complacer su vista ...
    ... separando el mantel. Queda así tu sexo a la vista, separas más tus piernas y con mi mano separo los labios de tu sexo, ofreciendo así una maravillosa vista. Cosa que el camarero no desaprovecha, demorándose en el servicio y deleitándose con la vista. Estás más mojada que nunca, tus jugos chorrean humedeciendo tus muslos. El bulto del camarero hace mas que notoria su excitación. Introduzco un dedo en tu chocho y tu sonríes picaramente. Su mirada es descarada, con los ojos bien abiertos viendo todo. Casi se le cae uno de los platos, y aparta la vista retirándose. Quería ver y le dimos vista, mas de lo que hubiera imaginado. Que no hablaran ahora en la cocina. Mientras comemos los postres, sin dejar de acariciarte, me dices lo cachonda que estas. Lo mucho que te excitó la situación. Yo también estoy muy cachondo, muy caliente. Me dices que necesitas follar, tenerme dentro, sentirme. Te digo que yo también estoy loco por follarte. Todo esto nos hizo calentarnos en exceso, más que nunca. Nos levantamos y nos vamos al baño. No queda nadie en el local, mas que nosotros. Al entrar en el baño vemos un gran espejo justo delante de la puerta. Sabemos que no queda nadie y seguro nos vieron entrar desde la cocina. Al pasar vi como estaban pendientes. Seguro están pensando muchas cosas, después de lo anterior. No cerramos la puerta con el pestillo, no mas arrimamos la puerta. Quito tu blusa y tu pantalón, quedando desnuda. Acaricio tus pechos, beso tus tetas. Lamo tus pezones y los chupo. Mi mano ...